miércoles, 11 de junio de 2014

ENTRADA LIBRE PARA ADORAR

Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (RV60).

Romanos 3:23 “Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios” (LBLA).

El contexto de Romanos 3 nos menciona que tanto el judío como el gentil son transgresores de la Ley de Dios. En otras palabras, son pecadores y no tienen excusa alguna cuando sean juzgados por el SEÑOR. Sin embargo, Dios manifiesta Su justicia de manera distinta como una vía de salvación: Por medio de la fe en Jesucristo, pues con Su vida y sacrificio hizo el pago por nuestros pecados en una cruz.

Ahora bien, la palabra griega para “gloria” es “dóxa” (STRONG 1391) y significa: Su grandeza, poder, majestad, esplendor, santidad; es la manifestación perfecta de Su carácter. Pero también implica que todas estas cualidades perfectísimas del SEÑOR son dignas de ser honradas, alabadas y adoradas. Este concepto coincide en gran manera con en el contexto de la epístola de Romanos; especialmente:

Romanos 1:20-21a “Porque desde la creación del mundo, SUS ATRIBUTOS INVISIBLES, SU ETERNO PODER Y DIVINIDAD, se han visto con toda claridad, siendo entendidos por medio de lo creado, de manera que no tienen excusa. Pues aunque conocían a Dios, NO LE HONRARON COMO A DIOS NI LE DIERON GRACIAS…” (LBLA/Mayúsculas añadidas).

La Gloria de Dios se manifestó en Su creación (Habacuc 2:14) y, por tanto, era digno de ser adorado; pues el fin original del ser humano es glorificar al SEÑOR y disfrutar de Él para siempre (Pero sabemos que esto nunca sucedió como lo veremos más adelante).

Otras versiones de la Biblia traducen la expresión “la gloria de Dios” como la visible “presencia gloriosa de Dios” entre su pueblo, haciendo alusión a la “Shekinah”, palabra hebrea que significa “morada (de Dios)”. La presencia o “Shekinah” está presente en diversas Escrituras; por ejemplo: Moisés la vio en una columna de nube y de fuego (Éxodo 13:21), Ezequiel la vio en el templo de Dios (Ezequiel 10:4) y los discípulos la vieron en la transfiguración de Cristo (Mateo 17:2) En otras palabras: Quien no tenga acceso a la presencia de Dios como Su adorador, no es parte de Su pueblo ni es beneficiario de Sus promesas salvíficas.

La LBLA dice “y no alcanzan la gloria de Dios” y, conforme al original griego, es la traducción más correcta. Significa que todos nuestros esfuerzos para acceder a la presencia gloriosa de Dios son deficientes e insuficientes; ya que no están a la altura de los estándares y exigencias de Su perfección y santidad. ¿Por qué razón? Porque todo el conjunto de nuestros pecados y rebeliones contra Su voluntad son la barrera que nos separa de Él (Isaías 59:2). Como hemos leído, Romanos 1:21 nos dice que debido a que somos pecadores, no somos capaces de honrarle debidamente; ni de relacionarnos con Él. Si hay algo peor que sufrir el castigo de la condenación eterna por nuestro pecado, es estar privados de Su presencia por toda la eternidad.

En el tema de la adoración es importante mencionar todo lo anterior porque solo existe una vía y una forma de adorar, la cual a nuestro Dios le agrada, y es nuestro SEÑOR Jesucristo. ¿Cómo hace esto?:
  • Primero, Él vino como la gloria de Dios encarnada a este mundo para morir por nuestros pecados en una cruz y reconciliarnos con Su Padre (Juan 1:9-13; Romanos 5:1-2, 8; 1 Corintios 15:3-4; 2 Corintios 4:6).
  • Segundo, por medio de Su Santo Espíritu vino para hacer de nosotros un templo: Su presencia divina morando entre nosotros (1 Corintios 3:16, 6:19).
  • Y por último, Jesús vendrá otra vez para establecer plenamente Su Reino y así podremos disfrutar de Su Gloria para siempre (2 Samuel 7:12-16, Isaías 2:1-4, Mateo 2:2, Lucas 1:32-33, Apocalipsis 19:16; 21:22-27).

Por tanto, hermanos, adoremos a nuestro Dios en espíritu y en verdad, porque Su gracia hizo posible nuestro mayor gozo en Cristo: La entrada libre al deleite de Su presencia (Salmo 16:11).

Romanos 5:1-2 “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios” (LBLA).

¡Solo a Dios la Gloria!
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Bibliografía electrónica:
- ‘Diccionario STRONG’ | versión para E-Sword.
- ‘Catecismo Mayor de Westminster’ | Pregunta No. 1.
- ‘Shekinah’ | Wikipedia.