Hoy
en día lamentablemente es una realidad que existan pastores que abusan de su
autoridad en sus congregaciones. Para ello, argumentan que la sujeción absoluta
a su persona y a sus doctrinas humanas tiene sustento bíblico y que debe ser y
hacerse sin miramientos, ni cuestiona- mientos y ni condiciones a ellos. Uno de
esos argumentos bíblicos, fuera de su contexto por supuesto, se halla en
Hebreos 13:17:
Hebreos
13:17 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por
vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría,
y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.
Lo
curioso es que no miran el contexto de dicho capítulo, porque más arriba dice
el autor de Hebreos:
Hebreos
13:7 “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios;
considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe”.
Aquí
hay palabras claves: “Considerar”, “Resultado de su conducta” “Fe” (Fe, no solo
en el sentido y significado de “creer”, sino también el de compartir el mismo
sentir y pensar doctrinal y bíblico). En otras palabras, como iglesia tenemos
la obligación y la responsabilidad de discernir si el líder de la iglesia anda
conforme a las Escrituras, y no en sus términos humanos.
La
misma idea comparte el apóstol Pedro en su primera epístola, sobre cómo el
pastor debe manejar el gobierno de la iglesia y cuál es el límite de su autoridad:
1
Pedro 5:1-3 “Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también
con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también
participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de
Dios que está entre vosotros, CUIDANDO DE ELLA, NO POR FUERZA, SINO
VOLUNTARIAMENTE; NO POR GANANCIA DESHONESTA, SINO CON ÁNIMO PRONTO; NO COMO
TENIENDO SEÑORÍO SOBRE LOS QUE ESTÁN A VUESTRO CUIDADO, SINO SIENDO EJEMPLOS DE
LA GREY” (Mayúsculas añadidas).
La
pregunta es: ¿Cómo podemos considerar la conducta y la fe de un pastor al cual
hemos de sujetarnos en obediencia a ellos? El apóstol Pablo realiza una serie
de requerimientos en las llamadas “Epístolas pastorales” (1 y 2 Timoteo y Tito)
que aquel que es llamado a ser pastor o anciano de la iglesia, y la he divido
en tres áreas. Esto es con el fin de que podamos discernir cómo considerar la
fe y la conducta de aquel que labora como pastor sobre una congregación (Nota:
siguiente lista NO ES exhaustiva):
Como
testimonio personal
- Irreprensible (Léase 1 Timoteo 3:2; Tito 1:7).
- Buen testimonio (Léase 1 Timoteo 3:7).
- Decoroso (Léase 1 Timoteo 3:3).
- Sobrio (Léase 1 Timoteo 3:3; Tito 1:8).
- Dueño de sí mismo (Léase Tito 1:8).
- Prudente (Léase 1 Timoteo 3:2).
- Justo (Léase Tito 1:8).
- Santo (Léase Tito 1:8).
- Amante de lo bueno (Léase Tito 1:8).
- Hospedador (Léase 1 Timoteo 3:2; Tito 1:8).
- Amable (Léase 1 Timoteo 3:3).
- Apacible (Léase 1 Timoteo 3:3).
- No iracundo (Léase Tito 1:8).
- No pendenciero (Léase 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7).
- No codicioso de ganancias deshonestas (Léase 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7).
- No avaro (Léase 1 Timoteo 3:3).
- No soberbio (Léase Tito 1:7).
- No dado al vino (Léase 1 Timoteo 3:3; Tito 1:7).
Como
padre de familia
- Que gobierne bien su casa (Léase 1 Timoteo 3:4).
- Marido de una sola mujer (Léase 1 Timoteo 3:2).
- Que sujete a sus hijos con toda honestidad (Léase 1 Timoteo 3:4).
- Que sus hijos perseveren en la fe (Léase 1 Timoteo 3:4).
- Que sus hijos no sean acusados de disolución (Léase 1 Timoteo 3:4).
- Que enseñe a sus hijos a caminar en obediencia (Léase 1 Timoteo 3:4).
Como
maestro
- Retenedor de la palabra fiel tal y como ha sido enseñada (Léase Tito 1:9).
- Aptos para enseñar (Léase 1 Timoteo 3:2).
- Enseñe de acuerdo a la sana doctrina (Léase Tito 2:1).
- Predique la Palabra con toda paciencia y doctrina (Léase 2 Timoteo 4:2).
- Hace obra de evangelista (Léase 2 Timoteo 4:5).
- Presentarse como aprobado que usa (interpreta) bien la Palabra de verdad (Léase 2 Timoteo 2:15).
- Capaz de exhortar y convencer (Léase Tito 1:9).
- No un neófito (Léase 1 Timoteo 3:6).
- Su base doctrinal y práctica está en las Escrituras (Léase 2 Timoteo 3:14-17).
- Sabio para la salvación que es por la fe en Cristo Jesús (2 Timoteo 3:14).
Por
razones obvias, no se espera que el pastor sea sumamente perfecto en todas
estas áreas; pero sí que posea el respaldo de Dios, la madurez necesaria y el
fruto evidente en su vida para que sea capaz de ejercer con autoridad bíblica y
los miembros de la congregación sujetarse a él debidamente.
Qué
importante sería para los pastores o para a los que aspiran al ministerio
pastoral reflexionar bíblicamente si cumplen con estos requerimientos o si ha
sido llamado a la obra conforme a los propósitos del SEÑOR (Léase Efesios
4:11-13). Al final, la conducta y la fe correctas de un anciano o pastor
siempre va enfocada a imitar y seguir las pisadas del mejor Maestro en cuanto a
cómo pastorear y ejercer autoridad en una congregación:
Mateo
20:25-28 “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las
naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas
potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero
entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos”.
¡Dichosos
aquéllos que sean hallados fieles en la obra para la cual han sido llamados y
den sus vidas por las ovejas que el Buen Pastor ama!
1
Pedro 5:4 “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis
la corona incorruptible de gloria”.
¡Sólo
a Dios la Gloria!