INTRODUCCIÓN
Este
tema es de los que entran en la categoría de difíciles de interpretar. No se
pretende dar todas las respuestas ni tampoco resolver de forma definitiva las
mismas, mucho menos establecer dogmas o imposiciones doctrinales seguras; pero
presento lo que nuestro SEÑOR me ha dado a comprender en mi humilde y corto
entendimiento del tema por causa de hermanos que me han hecho partícipe de sus
preocupaciones y sufrimientos; por lo cual este comentario es muy largo, así
que le suplico paciencia; además de que compare todas las citas mencionadas en
su Biblia. Nota: El siguiente material respecto a este tema, basado en el
testimonio bíblico, no justifica la práctica del aborto ni la eutanasia
infantil; es inducir o contribuir en el pecado.
Como preámbulo, dejo aquí un excelente y equilibrado comentario sobre el tema, por parte del Ps. Sugel Michelén, de la Iglesia Bíblica del SEÑOR Jesucristo: "¿QUÉ PASA CON LOS NIÑOS QUE MUEREN AL NACER?" [Ver video]. Esto como apoyo y complemento a este artículo.
Como preámbulo, dejo aquí un excelente y equilibrado comentario sobre el tema, por parte del Ps. Sugel Michelén, de la Iglesia Bíblica del SEÑOR Jesucristo: "¿QUÉ PASA CON LOS NIÑOS QUE MUEREN AL NACER?" [Ver video]. Esto como apoyo y complemento a este artículo.
Ahora bien, sin
lugar a dudas, esta es una de las preguntas más difíciles de las cuales uno
como creyente se ha enfrentado. No es fácil lidiar con estas dudas, porque,
curiosamente, la Biblia no nos da pasajes claros y específicos acerca del
destino de los niños no-natos o que fallecen a una edad temprana. Y nos afecta
cuando se trata de seres amados.
Como
predicó un amado hermano en una de las clases del Catecismo de Heidelberg: “La
muerte nos duele, por la sencilla razón de que no fuimos diseñados
originalmente para morir…”. Y es cierto, sólo analice las siguientes Escrituras
y cómo el pecado y la responsabilidad por la desobediencia de Adán afectó a
toda la posteridad: Léase Génesis 1:26-27, 2:16-17; y todo el capítulo 3; Salmo
51:5; Eclesiastés 7:29; Oseas 6:7a; Romanos 3:23; 5:12, 19; 6:23a; 2 Corintios
11:3; 1 Timoteo 2:14. Originalmente éramos llamados a vida eterna con Dios,
pero el pecado nos privó de ese goce; hasta que el SEÑOR tomó la iniciativa de
enviar a Su Hijo para salvarnos por medio de la fe y darnos el don de la vida
eterna (Léase Juan 3:16, 5:24; Romanos 5:8).
Por
tal razón, en el campo teológico no hay base suficiente para ser 100%
dogmáticos en este tema escabroso; tanto para afirmarlo como para negarlo
rotundamente. Sin embargo, sí podemos inferir contextualmente lo que dice la
Biblia al respecto.
Cabe
aclarar que, aunque hablamos dentro del contexto salvífico, se trata de niños
que no tienen capacidad para creer en el mensaje del evangelio. Esto importante
tenerlo presente a lo largo de este humilde y sencillo comentario. Repito: Todo
el comentario trata sobre la salvación de los niños no natos o que fallecen a
temprana edad, y no aplica en otros casos donde hay responsabilidad moral,
conciencia abierta y teniendo el pecado como estilo de vida. No hemos de
olvidar que el hombre nace siguiendo su tendencia a pecar: Es concebido en
pecado y en maldad ha sido formado (Léase Salmo 51:5), hereda el pecado (Léase
Romanos 5:12), es enemigo de Dios (Léase Romanos 5:10; Colosenses 1:21a);
aborrecedor de Dios (Léase Romanos 1:30), constituido pecador (Léase Romanos
5:19), y muerto en sus delitos y pecados (Léase Efesios 1:2-3) y aún en su
corazón es contaminado y con deseos engañosos (Léase Jeremías 17:9, Mateo
15:18-19). El único remedio para el pecado es la salvación en Cristo Jesús por
medio de la fe y el arrepentimiento (Léase Marcos 1:15). Y todo esto es el ser
humano por nacimiento y por naturaleza.
1) La conciencia y
la responsabilidad moral
Romanos 1:20 “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.
Romanos 1:20 “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.
Este
texto bíblico refiere que la verdad de un Dios Creador es comprendida también
en la creación (lo que en Teología se llama “Revelación general” o “natural”)
pues todo el diseño del macrocosmos y microcosmos nos llevan a deducir la
conclusión de que existe un Creador y Diseñador Inteligente y Superior y
Todopoderoso sobre toda la raza humana. Por tanto, no hay excusa para no
comprender la realidad de Su existencia y de Su juicio sobre los incrédulos o
no convertidos; pero este pasaje da a entender que aquellos que comprendieron
la realidad de la existencia de un Dios Supremo no tienen excusa para escapar
del juicio y de la ira de Dios que detienen o rechazan esta verdad (Léase
Romanos 1:18). En otras palabras, los entendidos sobre la existencia de Dios a
través de la Creación son los que no tienen excusa para no rendirle culto como
SEÑOR (Léase Romanos 1:22-25). Esto deja por implícito que un niño no nacido o
fallecido en edad temprana tiene, en un sentido, excusa, de no estar bajo el
juicio de Dios por motivo de que no lo ha conocido o que no pueden profesar una
fe personal. Otras Escrituras pueden confirmarlo: Léase Lucas 10:16; Juan
12:48; 1 Tesalonicenses 4:8.
Otro
texto en la cual que relaciona la responsabilidad moral por sus pecados es
Romanos 2:14-16:
Romanos
2:14-16 “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo
que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su
conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que
Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi
evangelio”.
Aquí
es claro que llega algún momento en que todo ser humano, es acusado en su
conciencia sobre lo que es bueno y lo malo; dicha conciencia nos acusará de
nuestro proceder. Claro, que nuestra inclinación es siempre hacia el mal, en
mayor o menor medida; pero el punto es, que llega ese instante en nuestra
conciencia nos acusa de nuestra maldad. El vers. 16, el apóstol Pablo nos
confirma que Dios juzgará a todos los hombres por medio de Jesucristo y ¿Qué
juzgará? Los secretos de los hombres. La misma idea comparte el Rey Salomón en
uno de sus escritos:
Eclesiastés
12:13-14 “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus
mandamientos; porque esto es el todo del hombre. PORQUE DIOS TRAERÁ TODA OBRA A
JUICIO, JUNTAMENTE CON TODA COSA ENCUBIERTA, SEA BUENA O SEA MALA” (Mayúscula
añadida).
Continuemos
con otro texto bíblico:
Jonás
4:11 “¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de
ciento veinte mil personas QUE NO SABEN DISCERNIR ENTRE SU MANO DERECHA Y SU
MANO IZQUIERDA, y muchos animales?” (Mayúscula añadida).
Aquí
la expresión “Que no saben discernir entre su mano derecha y su mano
izquierda…” alude a aquellos que no tienen uso de razón, es decir; Dios declara
que Él puede tener piedad de aquél que no hace discernimiento entre lo bueno y
lo malo.
El
siguiente es Isaías 7:15:
Isaías
7:15 “Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo
bueno”.
Adjunto
el siguiente breve comentario sobre este pasaje, según Ryan Turner:
“La
Escritura puede aludir a un tiempo de responsabilidad en Isaías 7:15 (…) Si un
niño muere antes de este “tiempo” (hasta que sepa deshacer lo malo y escoger lo
bueno), parecería que él/ella pudiera ir al cielo…” (*1).
Por
último, Génesis 8:21:
Génesis
8:21 “Y percibió Jehová olor grato; y dijo Jehová en su corazón: No volveré más
a maldecir la tierra por causa del hombre; PORQUE EL INTENTO DEL CORAZÓN DEL
HOMBRE ES MALO DESDE SU JUVENTUD; ni volveré más a destruir todo ser viviente,
como he hecho” (Mayúscula añadida).
En
algunas versiones como la Nácar Colunga, la Jünemann, traducen “Desde su
adolescencia…”; otras como la Traducción Lenguaje Actual, la Nueva Traducción
Viviente, la Biblia del OSO la traducen “Desde la niñez…”. Sea cual sea el
caso, esto no quita en nada su naturaleza pecaminosa y de su culpabilidad en
Adán (Léase Romanos 5:12-19). Sin embargo, a los niños no se les otorgan la
misma culpabilidad en el mismo nivel de cuando un incrédulo practica el pecado
de forma deliberada y premeditada.
2) La fe en Dios y
en Sus atributos eternos
Todas las almas son propiedad de Dios y Él decide a donde irá cada ser humano respecto a su destino eterno:
Todas las almas son propiedad de Dios y Él decide a donde irá cada ser humano respecto a su destino eterno:
Ezequiel
18:4a “He aquí que TODAS LAS ALMAS SON MÍAS…” (Mayúscula añadida).
Es
cierto que la Escritura nos dice que en pecado todos hemos sido concebidos
(Léase Salmo 51:5), refiriéndonos a que la naturaleza pecaminosa se transmite
por herencia espiritual a todos los hombres sin excepción (Léase Romanos 5:12,
19). Sin embargo, esto no tapa o quita la verdad de que es Dios quién nos forma
durante la gestación y por él somos conocidos:
Salmo
139:13-16 “Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi
madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy
maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas”.
Éste
es un punto por el cual quiero enfatizar: Que somos conocidos por Dios y Él es
que no da la vida y el aliento. No debemos ignorar, por tanto, que Dios es
soberano y está en control sobre nosotros sea antes o después de nacer.
Como
hemos visto en el punto 1, podemos confiar en que Dios será justo en todos sus
juicios respecto a los niños:
Salmo
19:9b “Los juicios de Jehová son verdad, todos justos”.
Que
Dios es misericordioso, pues el da misericordia a quien quiere dar
misericordia:
Romanos
9:15-16 “Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia,
y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere,
ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia”.
Salmo
86:5a “Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador”.
Que
Dios es Soberano y que está en control de todas las cosas:
Isaías
49:9-10 "Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque
yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por
venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que
digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero".
Cito
a Agustín de Hipona: “¡Si a Dios le place salvar, no hay libre albedrío que se
le resista!” (*2).
Ahora,
ciertamente, a Dios nada lo toma por sorpresa. Absolutamente nada. Y aunque no
entendemos por qué pasan estos acontecimientos trágicos, y a pesar del dolor
que nos produce la pérdida, si confiamos en un Dios soberano, hemos de exclamar
como Job:
Job
1:21b “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito”.
Recuerde:
Dios es Creador, es Justo, es Misericordioso y Soberano.
3) Las declaraciones del rey David
3) Las declaraciones del rey David
Uno de los textos bíblicos que arrojan un poco de luz al tema es el siguiente:
2
Samuel 12:23 “Más ahora que ha muerto, ¿para qué he de ayunar? ¿Podré yo
hacerle volver? YO VOY A ÉL, MAS ÉL NO VOLVERÁ A MÍ” (Mayúscula añadida).
Aclarando
un poquito el contexto: Todo el capítulo de 2 Samuel 12 sobre como el profeta
Natán confronta al Rey David por su pecado de homicidio y adulterio con
Betsabé, la mujer de Urías (Léase 2 Samuel 11). A raíz de ello, el niño,
producto de la relación de David y Betsabé, enfermó y falleció. Ahora, el texto
parece implicar que el niño fue al cielo ya que David dice: “Yo voy a él, mas él
no volverá a mí”, y en otros lugares de la Escritura se indica que David fue al
cielo y justificado por la fe (según el contexto de Hebreos 11 en cuyo capítulo
cita una lista larga sobre personajes bíblicos que han sido justificados
mediante la fe):
Salmo
16:10-11 “Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea
corrupción. Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de
gozo; Delicias a tu diestra para siempre”.
Hebreos
11:32 “¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de
Barac, de Sansón, de Jefté, DE DAVID, así como de Samuel y de los profetas”
(Mayúscula añadida).
Cabe
resaltar que aquí Seol, mencionado en el Salmo 16:10-11, y en el contexto
general de la Biblia, refiere lo siguiente: “El concepto judío del Seol había
progresado durante el período intertestamental al punto de que ya se creía que
existían en él dos compartimientos o secciones. Un compartimiento era el lugar
de tormento al que el impío iba, y el otro un lugar de bendición, a menudo
llamado el "seno de Abraham" o "paraíso", donde el alma del justo era llevada
por los ángeles. Este concepto del Hades es ratificado por Jesús en Lucas 16,
donde el Señor usa una parábola rabínica para expresar que no hay escape
posible del tormento, ni tampoco una segunda oportunidad, y que debemos creer a
las Escrituras en esta vida para poder ser salvos” (*5).
Así
que creo que esta implicación debe darnos consuelo y esperanza respecto al
destino eterno de los niños que aún no nacen o que fallecen a temprana edad.
Además nos brinda la esperanza de que algún día nos encontremos con nuestros
seres queridos e, inclusive, a los niños que hemos amado en esta vida:
Apocalipsis
21:3-4 “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios
con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo
estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos;
y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las
primeras cosas pasaron”.
4) La confianza en que la expiación de Cristo cubre el pecado de los infantes
4) La confianza en que la expiación de Cristo cubre el pecado de los infantes
Este punto es todavía un poco más difícil de abordar (y es posible que esto se preste como una osadía de mi parte). Pero lo haremos conforme al contexto de la Escritura.
Marcos10:13-16
“Le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los
que los presentaban. Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: DEJAD A LOS NIÑOS
VENIR A MÍ, Y NO SE LO IMPIDÁIS; PORQUE DE LOS TALES ES EL REINO DE DIOS. De
cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará
en él. Y TOMÁNDOLOS EN LOS BRAZOS, PONIENDO LAS MANOS SOBRE ELLOS, LOS
BENDECÍA” (Mayúscula añadida).
En
este texto vemos que Jesús declara que de los niños es el Reino de Dios.
Incluso reprendió a sus discípulos porque no le permitían venir a Él. Nuestro
SEÑOR quería que los niños se acercaran a Él; como dice la Escritura: “El que a
Mí viene, no le echo fuera” (Léase Juan 6:37). Además, está el HECHO, de que
Jesús los tomó en sus brazos, les puso las manos sobre ellos y LOS BENDIJO
(Marcos 10:16). Es decir, Jesús tomó a bien que los niños fueran traídos a Él y
además los bendijo. Ciertamente no es explícito en cuanto al destino eterno,
pero sí vemos que nuestro SEÑOR es misericordioso con los niños y los bendice,
lo cual, nos infiere o deduce que los niños también son parte del Reino de
Dios. No se puede separar el Reino de Dios de la bendición, pues la bendición
de Dios, en general, va tanto judíos como para gentiles por medio de Jesucristo
(Léase Génesis 12:1-3; 22:18a; Gálatas 3:16). Generalmente la Bendición de Dios está en relación con Su pueblo.
Ahora,
rememoremos algunos aspectos de importancia: Jesús es Dios (Léase Juan 1:1;
20:28; Tito 2:13; Hebreos 1:8; 2 Pedro 1:1; 1 Juan 5:20) y Él está en una sola
unidad de pensamiento, sentimiento parecer y obra con el Padre, pues ambos,
Padre e Hijo son uno (Léase Juan 10:30) y Cristo siempre hizo la voluntad de
Dios (Léase Juan 5:30; Hebreos 10:7). Y el Espíritu Santo también con ellos,
puesto que durante Su vida terrenal, guió a Jesús en obra y ministerio (Léase
Isaías 11:2; Mateo 12:28; Lucas 4:1, 14-15; Romanos 1:4, 8:11). ¿Qué con ello?
Que tanto el Padre como el Hijo y el Espíritu Santo amaron y bendijeron esos
niños que se acercaron a Jesús. Por lo cual, si Cristo amó esos niños ¿No lo ha
hecho Dios el Padre y el Espíritu Santo siendo uno con Él? ¿No fue voluntad de
Dios bendecirlos por medio de Jesucristo? ¿No es esta una expresión de amor por
los niños de parte del Dios Trino? ¿Cómo no amará a aquellos que han fallecido
antes o después de nacer? ¿Cómo pasar por alto estos decesos? Puesto que Dios
es amor (Léase 1 Juan 4:8) y este amor fue demostrado al dar a Su propio Hijo
para morir por nosotros y darnos Vida eterna (Léase Romanos 5:8; Juan 3:16).
Siguiendo
con la línea de pensamiento anterior, está el hecho de que nadie puede entrar
al Reino de Dios sin antes haber nacido de nuevo por medio del Espíritu Santo (compárese
Juan 3:3-5 con Marcos 10:14), y si los niños también son parte del Reino, es
probable debe haber alguna clase de obra sobrenatural de regeneración que los
permita ingresar al Reino de Dios.
El
Ps. John MacArthur comenta sobre la expresión “De los tales es el Reino de
Dios…” en un pasaje paralelo a Marcos 10:13-16, señalando a Mateo 19:14: “Las
palabras de Jesús sugieren aquí que la misericordia de Dios es en su gracia
extendida a los infantes de forma que aquellos que mueren son regenerados por
su soberana voluntad y tienen garantizada la entrada en el reino, no porque
merezcan el cielo, sino porque Dios en su gracia escogió redimirlos” (*3).
Personalmente,
yo sí creo que estos niños estén dentro de la elección y por consiguiente de la
expiación. Lo que sigue es lo que entiendo y repito y aclaro: NO es dogma ni
imposición doctrinal.
Efesios
1:4-7 “Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado
para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de
su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo
aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
según las riquezas de su gracia”.
Si
el Dios Trino ama a los niños, es posible que entren en Su decreto de elección
y expiación, a causa de Sus atributos de gracia, amor y justicia. No puede
haber dos elecciones, pues la Biblia es clara que solo hay una elección divina
antes de la fundación del mundo (Léase Efesios 1:4). Y la expiación sucede a la
elección, pues cuando que nos escogió en Cristo, implica que nos escogió para
ser salvos, para ser justificados, ser Sus hijos y ser aceptos en Él por medio
de Su obra redentora en la cruz (Léase Romanos 8:28-30). Y claro, tampoco puede
haber dos expiaciones, pues solo hizo una sola ofrenda y sacrificio una vez y
para siempre y es perfecta para obrar en la redención de los elegidos (Léase
Hebreos 9:28).
Cito
nuevamente al Ps. John MacArthur: “¿Pero puede ser que la expiación de Cristo
de alguna manera sí pagó por la culpa de estos niños desamparados? Sí, y por lo
tanto es una asunción creíble, que un niño que muere a temprana edad no pudo
haber hecho una decisión consciente y voluntaria para rechazar a Jesucristo, y
será llevado a estar con el Señor” (*4).
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
En resumen:
Las
Escrituras nos arrojan algo de luz al tema, de que es posible que los niños que
fallecen antes o después de nacer no sean juzgados por causa de que no han
conocido a Dios ni pueden ejercer una fe personal; confiamos en un Dios cuyos
juicios son en verdad justos, que es soberano y misericordioso; que es factible
creer que los niños son alcanzados en la expiación por la pura gracia de Dios y
que nos reuniremos con ellos después de la muerte, si somos cristianos, y en la
vida del mundo venidero.
Con
todo lo que hemos visto, podremos deducir que no es imposible creer que los
niños vayan a la presencia de Dios. Lo cual insto que estudien estas Escrituras
presentadas a lo largo de este comentario y oren al SEÑOR que por la mediación
de Su Santo Espíritu nos traiga entendimiento, consuelo y paz en Cristo Jesús.
Ante
estas verdades, nosotros que hemos sido culpables delante de Dios y nos hemos
complacimos deliberadamente en el pecado antes de postrarnos ante la gran verdad
del mensaje de salvación: Creemos que Jesucristo es declarado Hijo de Dios con
poder, el Dios encarnado en hombre, el gran “Yo Soy”; el que ha dado Su vida en
expiación por el pecado, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, que
murió en un cruz y resucitó de entre los muertos al tercer día, llevando sobre
Él mismo toda la maldición de la Ley, la Justicia y la Ira de Dios; para ser Él
el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie puede ir al Padre sino es por medio de
Él, el Justo por los injusto para que nos llevase a Dios, siendo el único
mediador entre Dios y los hombres, y en ningún otro hay salvación, porque no
hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, para que podamos ser salvos
y darnos vida eterna; y esto es para que toda rodilla se doble y toda lengua
confiese que Jesús es el SEÑOR, y por medio de Él ser justificados por la fe,
teniendo paz para con Dios y hacer de nosotros nuevas criaturas e hijos de
Dios. Somos salvos arrepintiéndonos y creyendo en el evangelio de Jesucristo.
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por
los siglos. Amén (Léase Salmo 5:5; 7:11; Isaías 53:10; Marcos 1:15; Juan 1;
12-13, 29, 36; 3:36; 5:24; 8:58; 14:6; Hechos 4:12; Romanos 1:4; 5:1-2; 11:36;
14:11; 1 Corintios 15:1-8; 2 Corintios 5:17, 21; Gálatas 3:13-14; Filipenses
2:11; 1 Timoteo 1:5; 1 Pedro 3:18; 1 Juan 2:2).
Este
es el Dios al que adoramos y servimos.
¡Sólo a Dios la Gloria!
¡Sólo a Dios la Gloria!
_________________________________
NOTAS
BIBLIOGRÁFICAS:
(*1)
– “¿QUÉ LES SUCEDEN A LOS BEBÉS O NIÑOS QUE MUEREN? ¿VAN AL CIELO O AL
INFIERNO?”; Ryan Turner. Fuente electrónica:
http://www.miapic.com/que-les-sucede-a-los-bebes-o-ninos-que-mueren-van-al-cielo-o-al-infierno
(*2)
– Cita proporcionada por: Anderson Cardona.
(*3)
– “BIBLIA DE ESTUDIO MACARTHUR”, RV1960; Ps. John MacArthur. Pág. 1282; Nota
19:14 “de los tales”, grupo NELSON.
(*4)
– “IRÁN AUTOMÁTICAMENTE AL CIELO LOS BEBÉS, Y OTROS QUE HAN SIDO INCAPACES DE
PROFESAR FE EN CRISTO”; John MacArthur. Fuente electrónica: http://www.gracia.org/recursos.aspx?p=a&article=375
(*5)
– “EL SEOL, EL HADES Y EL INFIERNO”; Pablo Santomauro. Fuente
electrónica:https://pastordanielbrito.wordpress.com/2010/09/23/1396/