miércoles, 3 de abril de 2013

EL EVANGELIO Y LA ORACIÓN: LOS OBREROS Y EL DENUEDO

[Comentario publicado para la campaña en Facebook: "SEÑOR; ENSÉÑANOS A ORAR (Lucas 11:1)"]

Ya hemos visto en temas anteriores lo que es la oración, los tipos de oración, y la aportación edificante y completa que ha dado nuestra hermana Miriam Torres, respecto a la oración e intercesión por la salvación de las almas perdidas. 

En este subtema solo quiero complementar muy brevemente la oración o petición de obreros y por el denuedo para proclamar el mensaje del Evangelio. 

Orar para enviar más obreros

Mateo 9:35-38 “Recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo. Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

Algunas observaciones: 

Versículo 35: Nos describe gráficamente la actividad ministerial del SEÑOR Jesucristo. El acompañamiento de milagros y señales era una forma de identificación como el Mesías que había de venir. La otra, eran dadas a causa de su amor y compasión porque aquellos que se les acercaban. Notamos un patrón interesante en la actividad ministerial del SEÑOR: Primero era ENSEÑAR y PREDICAR EL EVANGELIO; a continuación hacía señales de sanidad entre el pueblo para confirmar su mesianidad y divinidad. Es decir, siempre es primero la salvación del alma, que la señal. Recordemos el caso de los diez leprosos, que todos fueron sanados, más uno fue salvo porque regresó y creyó en Jesús como Su Salvador (Léase Lucas 17:12-19). Las señales solo eran para confirmar el origen divino del evangelio (Léase Hebreos 2:3-4).

Versículo 36: Vislumbramos una parte muy personal en el SEÑOR Jesús: Tenía compasión por las multitudes que se les acercaban. Aquellas que son Sus ovejas, que andaban sin Pastor. Recordemos que el pueblo judío estaba bajo tres yugos: El yugo del legalismo impartido por sus líderes religiosos, el yugo del Imperio romano que los oprimía como nación, y el yugo, principalmente, del pecado que los mantenía muertos espirituales y separados de Dios. Principalmente era el tercer yugo el que los separaba de la verdadera vida, y la única solución era la mediación de Cristo por ellos y por los que habían de creer en Su nombre (Léase Juan 17:20-21).

Versículo 37-38: Jesús dice a sus discípulos, a sus verdaderos discípulos, dos cosas:

1- La realidad de que hay mucho pueblo que necesita escuchar la Palabra del evangelio del reino.
2- Que hay que orar que Dios conceda más obreros, es decir, predicadores sanos para proclamar el mensaje de las buenas nuevas, que es poder de salvación para todo aquel que cree (Léase Romanos 1:16-17). 

Reflexión: Hay tanta necesidades en el mundo, pero no hay mayor necesidad que presentar a Cristo solamente a los que no lo conocen, a los que permanecen en el yugo del pecado que los esclaviza. Para ello, hay que orar para que el SEÑOR envíe más proclamadores de la pureza del Evangelio teniendo a Cristo como Su centro. Esto entra también en el campo misionero. 

Orar para pedir denuedo

Efesios 6:18-20 “orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar”.

Es bíblico orar para que se conceda al creyente el denuedo (significa “valor”) por parte de Dios, para predicar el evangelio. Si Cristo nos ha encomendado la gran comisión de predicar el evangelio, también nos dará la gracia para predicarlo en toda su plenitud y exposición clara de ello.

Un ejemplo bíblico de ello lo vemos en el siguiente pasaje: 

Hechos 4:29-31 “Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.

En el tiempo de la Iglesia Primitiva, los discípulos de los apóstoles oraron por denuedo para predicar el evangelio (*1).

Concluyendo…

Finalmente, en síntesis, la oración se relaciona también con el Evangelio en la necesidad de más obrero y predicar con valor el mensaje Cristocéntrico de la Salvación.

¡Sólo a Dios la Gloria! 
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(*1) Nota aclaratoria: El pasaje del vers. 31 de Hechos 4; es usado para decir que estos discípulos fueron bautizados en el Espíritu Santo, pero en el contexto claramente explica ahí dice que fueron “llenos” del espíritu Santo; lo que implica que al ser llenos de Él nos concede también el denuedo de predicar el mensaje en Su poder para testificar de Jesucristo.