Buena
pregunta… Francamente no me había formalizado un entendimiento claro al
respecto de este tema hasta ahora. Como son muchas las citas bíblicas usadas en
este humilde comentario, le invito a que los corrobore directamente en su
Biblia de estudio.
Un principio básico: La misericordia de Dios sobre justos e injustos
Bueno,
primeramente, debo decir que Dios es soberano y hace, bendice y prospera a
quién quiere, cuando quiere y como quiere. Con esto no pretendo dar lugar al
fatalismo, sino a los propósitos soberanos de nuestro Dios que sabe por qué
hace y permite las cosas y circunstancias. Algún día, delante de Su presencia,
si le place, lo entenderemos.
Ahora
bien, la Biblia afirma que Dios da misericordia tanto al justo como al injusto
(Léase Mateo 5:45; Hechos 14:16-17) y al pobre como al rico hizo Dios (Léase
Proverbios 22:2). Dios permite estas riquezas a disposición del hombre (Léase
Eclesiastés 5:19). Ahora, respecto a las riquezas, hay incrédulos que son
realmente codiciosos que no terminan de saciar su avaricia y otros, que por la
imagen de Dios degradada en ellos, usan su prosperidad para tratar los
problemas del mundo como las enfermedades o el hambre, aunque son buenas obras
que no glorifican a Dios sino a ellos mismos (Léase Romanos 3:9-11). De alguna
manera contribuyen en mayor o menor grado al bienestar de la humanidad, sin ser
por ello justificados por Dios por sus obras (Léase Romanos 3:20).
Aclaro:
Tener estos recursos o riquezas por sí mismos no son buenos ni malos, sino
neutrales, todo depende de cómo los usa y con qué intenciones.
La administración
de riquezas de los incrédulos
Como
hemos expuesto más arriba, Dios dispone estos recursos, sin embargo es el
hombre NO regenerado el que usa tales riquezas para fines egocéntricos que no
glorifican a Dios en ninguna manera. Es la perversión del corazón del hombre
que va tras las riquezas (Léase Eclesiastés 4:8, 5:13-14; Mateo 15:19-20; 1
Timoteo 6:10). La Escritura dice que el amor al dinero es la raíz de muchos
males, y hoy en día es cierto, porque esto conduce a la corrupción, a la
injusticia, a la impunidad, a la sobreexplotación, a la venta de personas, de
drogas, al consumo y al materialismo moderno, al crimen organizado, opresión a
los pobres, etc. etc., (Léase Romanos 1:28-32, Santiago 2:1-13; 4:13-17, 5:1-6;
Proverbios 22:16). Peor aún: La Biblia afirma que el avaro es idólatra (Léase
Efesios 5:5); y ha quebrantado el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas
las cosas (Léase Éxodo 20:1-5; Deuteronomio 5:6-9; 6:5) y por ende, sino hay
arrepentimiento de por medio, no será heredero del Reino de Dios (Léase Mateo
6:24; Marcos 10:24; Romanos 1:18-21; 1 Corintios 6:9-10). Juicio de Dios será
también sobre los injustos que han amado a las riquezas antes que al Creador
(Léase Romanos 2:5-11).
Otro
factor que contribuye al enriquecimiento de los incrédulos es el sistema del
mundo creado por Satanás, dado a que desde su origen mostró un sumo amor por
las riquezas (Léase Ezequiel 28:3-5, 13-16) y ejerce influencia en los
incrédulos (Léase Lucas 8:14, 21:34), como por ejemplo los hombres que amarán
las riquezas de la Gran Babilonia en el futuro (Léase Apocalipsis 18:10-13).
Recordemos que Satanás es el príncipe de la potestad del aire y que todo el
mundo está bajo él (entendiéndose los incrédulos, pues los creyentes no son del
mundo; léase Efesios 2:1-3; 1 Juan 5:19; en contraste con Juan 17:9-10, 14-16,
20-21; Santiago 4:4-6). Satanás generalmente puede usar las riquezas como
sinónimo de poder y dominio (por ej. Léase Mateo 4:8-10).
La administración
de riquezas de los creyentes
Ahora,
es curioso, pero aun dentro de los creyentes sí hay ricos y personas
influyentes.
Ejemplos
del AT: Abraham (Léase Génesis 13:1-6), José (Léase Génesis 41:39-46), Job
(Léase Job 42:12-17), David (Léase 2 Samuel 5:3-13), Salomón (Léase 1 Reyes
3:5-15).
Ejemplos
del NT: Zaqueo (Léase Lucas 19:1-10), José de Arimatea (Léase Marcos
15:43, Juan 19:38), Nicodemo (Léase Juan 19:39), y algunos creyentes de la
Iglesia Primitiva (Léase Hechos 2:43-47, 4:32-37).
¿Por
qué hay creyentes ricos? Bueno, en primer lugar son creyentes y salvos por pura
gracia y misericordia de Dios (Léase Efesios 2:4-7), y no por su capacidad de
administrar y aumentar riquezas. Pero dentro del propósito de nuestro Dios, son
usados por Él. Tomemos por ejemplo a los personajes bíblicos ya citados:
•
A José, por ejemplo, gracias a que Dios lo colocó en un puesto de mayor
influencia en Egipto, salvó a su familia de la hambruna, familia de la cual
vendría el pueblo de Israel (Léase Génesis 45:4-8; 50:20).
•
A David, Dios le dio la capacidad de recaudar recursos y materia prima que
ayudarían a Salomón a edificar el Templo (Léase 1 Crónicas 28:1-7).
•
José de Arimatea y Nicodemo eran hombres influyentes y ricos, que
proporcionaron una tumba para el SEÑOR Jesús luego de Su muerte por
crucifixión; la cual cumplieron sin saberlo con una profecía mesiánica (Léase
Juan 19:38-42; Isaías 53:9).
•
Los primeros creyentes que conformaron la Iglesia Primitiva que tenían
posesiones y casas lo vendían todo para ponerlo a los pies de los apóstoles, y
éstos a su vez, lo repartían entre los hermanos, a fin de que no hubiese ningún
necesitado (Léase hechos 2:44-45; 4:34-35).
A
los creyentes ricos se les manda bíblicamente que sean generosos y se ocupen en
buenas obras (Léase 1 Timoteo 6:17-19) y a no hacer acepción de personas entre
ricos y pobres (Léase Santiago 2:1-13). Juntamente con los hermanos de menor
escala económica, pueden ayudar en la obra misionera como contribución por uso
de derecho de manutención, no por imposición ni obligación (Léase 1 Corintios
9; 1 Timoteo 5:17-18) y en las necesidades de la Iglesia.
Pero
esto en la realidad, valga la pena decirlo, los ricos son una minoría dentro de
la Iglesia del SEÑOR, hablando de verdaderos salvos, pues es difícil (no
imposible) que los que confían en las riquezas entren el Reino de Dios (Léase
Mateo 19:24; Marcos 10:24).
Entonces
¿Por qué los creyentes de menor escala económica no prosperan? Bueno, puede ser
por las siguientes razones:
•
Nuestro SEÑOR Jesús no nos prometió riquezas y prosperidad; al contrario, nos
dijo que en el mundo tendríamos aflicción (Léase Juan 16:33), y los que quieren
vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución (Léase 2 Timoteo 3:12)
y a causa de Cristo se nos ha concedido padecer por Él (Léase Filipenses 1:29);
en cambio sí nos ha prometido paz (Léase Juan 14:27), victoria por la fe sobre
el mundo (Léase 1 Juan 5:4-5) y promesas de bienaventuranzas y galardones para
los fieles (Léase Mateo 5:3-12).
•
Depende de los propósitos de Dios, como ya hemos visto más arriba, por ejemplo
en el caso de Job sirvió para glorificar Dios (Léase Job 1:20-22; 2:9-10;
42:1-6).
•
Puede ser por razones de disciplina (Léase Hebreos 12:1-11).
•
Para purificar el corazón del creyente de las riquezas mundanas que puedan
apartarlo de Dios (Léase Santiago 4:8-10; Mateo 16:26; 1 Juan 5:21).
•
Ayudar al creyente a confiar y dedicar más en las cosas espirituales que en las
cosas terrenales (Léase Mateo 6:33, Romanos 14:17).
•
También porque Dios suple todo lo que hace falta conforme a las Riquezas en
Gloria en Cristo Jesús (Léase Filipenses 4:19), con el fin de depender más y
más de Él y de Su gracia capacitadora (Léase Mateo 7:7-12; 2 Corintios
12:9-10).
•
También contribuye al contentamiento sea en la abundancia o en la carencia
(Léase 1 Timoteo 6:6-8; Mateo 6:25-34) y sean ricos en fe (Léase Santiago
2:5).
•
Y por último, los cristianos no se han de preocupar más por las riquezas
mundanas, ni por el afán que las produce, porque en el mundo venidero prometido
por Dios, ya no habrá más sufrimiento, tribulación ni pobreza (Léase
Apocalipsis 21:1-5; Isaías 55). Ojo: Aunque ello no impide que no deban
trabajar para subsistir (Léase 2 Tesalonicenses 3:10).
Al final de todo…
Tarde
o temprano, Dios dará cuenta a incrédulos como creyentes de TODAS nuestras
obras, incluyendo sobre cómo administrarán las riquezas (menores o mayores) que
se les ha confiado, como sucederá en el día del Juicio en el cual el Pastor
separará a las ovejas de las cabras. Aquellos que usaron sus recursos para
hacer buenas obras en el nombre del SEÑOR como los que no lo hicieron (Léase
Mateo 25:31-46; en el caso de los creyentes sobre sus intenciones para
glorificar a Dios, 1 Corintios 10:31; Colosenses 3:17).
He
intentado responder esta pregunta con la Biblia y lo que mi corto entendimiento
me ha dejado entrever por la gracia de nuestro Dios. Espero les sea de
edificación.
¡Sólo a Dios la
Gloria!