lunes, 17 de junio de 2013

¿POR QUÉ PROSPERAN MÁS LOS INCRÉDULOS QUE LOS CRISTIANOS?

Buena pregunta… Francamente no me había formalizado un entendimiento claro al respecto de este tema hasta ahora. Como son muchas las citas bíblicas usadas en este humilde comentario, le invito a que los corrobore directamente en su Biblia de estudio.


Un principio básico: La misericordia de Dios sobre justos e injustos 

Bueno, primeramente, debo decir que Dios es soberano y hace, bendice y prospera a quién quiere, cuando quiere y como quiere. Con esto no pretendo dar lugar al fatalismo, sino a los propósitos soberanos de nuestro Dios que sabe por qué hace y permite las cosas y circunstancias. Algún día, delante de Su presencia, si le place, lo entenderemos.

Ahora bien, la Biblia afirma que Dios da misericordia tanto al justo como al injusto (Léase Mateo 5:45; Hechos 14:16-17) y al pobre como al rico hizo Dios (Léase Proverbios 22:2). Dios permite estas riquezas a disposición del hombre (Léase Eclesiastés 5:19). Ahora, respecto a las riquezas, hay incrédulos que son realmente codiciosos que no terminan de saciar su avaricia y otros, que por la imagen de Dios degradada en ellos, usan su prosperidad para tratar los problemas del mundo como las enfermedades o el hambre, aunque son buenas obras que no glorifican a Dios sino a ellos mismos (Léase Romanos 3:9-11). De alguna manera contribuyen en mayor o menor grado al bienestar de la humanidad, sin ser por ello justificados por Dios por sus obras (Léase Romanos 3:20). 

Aclaro: Tener estos recursos o riquezas por sí mismos no son buenos ni malos, sino neutrales, todo depende de cómo los usa y con qué intenciones.

La administración de riquezas de los incrédulos

Como hemos expuesto más arriba, Dios dispone estos recursos, sin embargo es el hombre NO regenerado el que usa tales riquezas para fines egocéntricos que no glorifican a Dios en ninguna manera. Es la perversión del corazón del hombre que va tras las riquezas (Léase Eclesiastés 4:8, 5:13-14; Mateo 15:19-20; 1 Timoteo 6:10). La Escritura dice que el amor al dinero es la raíz de muchos males, y hoy en día es cierto, porque esto conduce a la corrupción, a la injusticia, a la impunidad, a la sobreexplotación, a la venta de personas, de drogas, al consumo y al materialismo moderno, al crimen organizado, opresión a los pobres, etc. etc., (Léase Romanos 1:28-32, Santiago 2:1-13; 4:13-17, 5:1-6; Proverbios 22:16). Peor aún: La Biblia afirma que el avaro es idólatra (Léase Efesios 5:5); y ha quebrantado el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas (Léase Éxodo 20:1-5; Deuteronomio 5:6-9; 6:5) y por ende, sino hay arrepentimiento de por medio, no será heredero del Reino de Dios (Léase Mateo 6:24; Marcos 10:24; Romanos 1:18-21; 1 Corintios 6:9-10). Juicio de Dios será también sobre los injustos que han amado a las riquezas antes que al Creador (Léase Romanos 2:5-11).

Otro factor que contribuye al enriquecimiento de los incrédulos es el sistema del mundo creado por Satanás, dado a que desde su origen mostró un sumo amor por las riquezas (Léase Ezequiel 28:3-5, 13-16) y ejerce influencia en los incrédulos (Léase Lucas 8:14, 21:34), como por ejemplo los hombres que amarán las riquezas de la Gran Babilonia en el futuro (Léase Apocalipsis 18:10-13). Recordemos que Satanás es el príncipe de la potestad del aire y que todo el mundo está bajo él (entendiéndose los incrédulos, pues los creyentes no son del mundo; léase Efesios 2:1-3; 1 Juan 5:19; en contraste con Juan 17:9-10, 14-16, 20-21; Santiago 4:4-6). Satanás generalmente puede usar las riquezas como sinónimo de poder y dominio (por ej. Léase Mateo 4:8-10). 

La administración de riquezas de los creyentes

Ahora, es curioso, pero aun dentro de los creyentes sí hay ricos y personas influyentes. 

Ejemplos del AT: Abraham (Léase Génesis 13:1-6), José (Léase Génesis 41:39-46), Job (Léase Job 42:12-17), David (Léase 2 Samuel 5:3-13), Salomón (Léase 1 Reyes 3:5-15). 

Ejemplos del NT: Zaqueo (Léase Lucas 19:1-10), José de Arimatea (Léase Marcos 15:43, Juan 19:38), Nicodemo (Léase Juan 19:39), y algunos creyentes de la Iglesia Primitiva (Léase Hechos 2:43-47, 4:32-37). 

¿Por qué hay creyentes ricos? Bueno, en primer lugar son creyentes y salvos por pura gracia y misericordia de Dios (Léase Efesios 2:4-7), y no por su capacidad de administrar y aumentar riquezas. Pero dentro del propósito de nuestro Dios, son usados por Él. Tomemos por ejemplo a los personajes bíblicos ya citados:

• A José, por ejemplo, gracias a que Dios lo colocó en un puesto de mayor influencia en Egipto, salvó a su familia de la hambruna, familia de la cual vendría el pueblo de Israel (Léase Génesis 45:4-8; 50:20).
• A David, Dios le dio la capacidad de recaudar recursos y materia prima que ayudarían a Salomón a edificar el Templo (Léase 1 Crónicas 28:1-7).
• José de Arimatea y Nicodemo eran hombres influyentes y ricos, que proporcionaron una tumba para el SEÑOR Jesús luego de Su muerte por crucifixión; la cual cumplieron sin saberlo con una profecía mesiánica (Léase Juan 19:38-42; Isaías 53:9). 
• Los primeros creyentes que conformaron la Iglesia Primitiva que tenían posesiones y casas lo vendían todo para ponerlo a los pies de los apóstoles, y éstos a su vez, lo repartían entre los hermanos, a fin de que no hubiese ningún necesitado (Léase hechos 2:44-45; 4:34-35).

A los creyentes ricos se les manda bíblicamente que sean generosos y se ocupen en buenas obras (Léase 1 Timoteo 6:17-19) y a no hacer acepción de personas entre ricos y pobres (Léase Santiago 2:1-13). Juntamente con los hermanos de menor escala económica, pueden ayudar en la obra misionera como contribución por uso de derecho de manutención, no por imposición ni obligación (Léase 1 Corintios 9; 1 Timoteo 5:17-18) y en las necesidades de la Iglesia. 

Pero esto en la realidad, valga la pena decirlo, los ricos son una minoría dentro de la Iglesia del SEÑOR, hablando de verdaderos salvos, pues es difícil (no imposible) que los que confían en las riquezas entren el Reino de Dios (Léase Mateo 19:24; Marcos 10:24). 

Entonces ¿Por qué los creyentes de menor escala económica no prosperan? Bueno, puede ser por las siguientes razones: 

• Nuestro SEÑOR Jesús no nos prometió riquezas y prosperidad; al contrario, nos dijo que en el mundo tendríamos aflicción (Léase Juan 16:33), y los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución (Léase 2 Timoteo 3:12) y a causa de Cristo se nos ha concedido padecer por Él (Léase Filipenses 1:29); en cambio sí nos ha prometido paz (Léase Juan 14:27), victoria por la fe sobre el mundo (Léase 1 Juan 5:4-5) y promesas de bienaventuranzas y galardones para los fieles (Léase Mateo 5:3-12).
• Depende de los propósitos de Dios, como ya hemos visto más arriba, por ejemplo en el caso de Job sirvió para glorificar Dios (Léase Job 1:20-22; 2:9-10; 42:1-6). 
• Puede ser por razones de disciplina (Léase Hebreos 12:1-11). 
• Para purificar el corazón del creyente de las riquezas mundanas que puedan apartarlo de Dios (Léase Santiago 4:8-10; Mateo 16:26; 1 Juan 5:21). 
• Ayudar al creyente a confiar y dedicar más en las cosas espirituales que en las cosas terrenales (Léase Mateo 6:33, Romanos 14:17). 
• También porque Dios suple todo lo que hace falta conforme a las Riquezas en Gloria en Cristo Jesús (Léase Filipenses 4:19), con el fin de depender más y más de Él y de Su gracia capacitadora (Léase Mateo 7:7-12; 2 Corintios 12:9-10). 
• También contribuye al contentamiento sea en la abundancia o en la carencia (Léase 1 Timoteo 6:6-8; Mateo 6:25-34) y sean ricos en fe (Léase Santiago 2:5). 
• Y por último, los cristianos no se han de preocupar más por las riquezas mundanas, ni por el afán que las produce, porque en el mundo venidero prometido por Dios, ya no habrá más sufrimiento, tribulación ni pobreza (Léase Apocalipsis 21:1-5; Isaías 55). Ojo: Aunque ello no impide que no deban trabajar para subsistir (Léase 2 Tesalonicenses 3:10).

Al final de todo…

Tarde o temprano, Dios dará cuenta a incrédulos como creyentes de TODAS nuestras obras, incluyendo sobre cómo administrarán las riquezas (menores o mayores) que se les ha confiado, como sucederá en el día del Juicio en el cual el Pastor separará a las ovejas de las cabras. Aquellos que usaron sus recursos para hacer buenas obras en el nombre del SEÑOR como los que no lo hicieron (Léase Mateo 25:31-46; en el caso de los creyentes sobre sus intenciones para glorificar a Dios, 1 Corintios 10:31; Colosenses 3:17).

He intentado responder esta pregunta con la Biblia y lo que mi corto entendimiento me ha dejado entrever por la gracia de nuestro Dios. Espero les sea de edificación. 

¡Sólo a Dios la Gloria!