Salmo
136:1 “Dad gracias al Señor porque Él es bueno, porque para
siempre es su misericordia” (LBLA) (subrayado añadido).
En
la parte anterior habíamos hablado que la palabra "misericordia" del
Salmo 136, en el hebreo original ("hésed") se traduce como "amor
constante" o "Amor de Pacto". Es decir, Dios sostiene fielmente
un Amor de Pacto para con Su pueblo, Israel. En esta segunda parte veremos otra
faceta del Amor de Pacto de Dios dentro del contexto de Su redención en Cristo.
El Amor de Dios se
revela progresivamente...
Es
muy probable que los autores del NT llamaron αγαπη (ágape), “amor”, es el
equivalente de la palabra "hésed" por los escritores del AT (1). Ese
amor, "ágape", es un amor de clase suprema y dador. Lo encontramos en
diversas Escrituras:
Romanos
5:8 "Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros" (LBLA).
Juan
3:16 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida
eterna. " (LBLA).
1
Juan 4:9-10 "En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios
ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio
de Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos
amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su
Hijo como propiciación por nuestros pecados" (LBLA).
Es
un amor supremo y dador debido a que entregó Su tesoro más preciado del cielo:
Su propio y amado Hijo. Lo entregó como un don, una dádiva, una ofrenda para
vida eterna. Un amor divino expresado en hechos, manifestado en la cruz, a fin
de cubrir nuestra más profunda y enraizada necesidad: La liberación del
castigo, dominio y presencia del pecado que habita en nosotros.
El Amor de Pacto
del AT al NT
La
pregunta es: ¿El amor de Dios para con Sus hijos también se mostró en un Pacto?
¡Sí! Por medio un Nuevo que el SEÑOR realiza, el cual fue profetizado en el AT:
Jeremías
31:31-34 "He aquí, vienen días —declara el Señor— en que haré con la
casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto que hice
con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la
tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para
ellos —declara el Señor; porque este es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días —declara el Señor—. Pondré mi ley dentro
de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán
mi pueblo. Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada
cual a su hermano, diciendo: “Conoce al Señor”, porque todos me conocerán,
desde el más pequeño de ellos hasta el más grande —declara el Señor— pues
perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado" (LBLA).
Ezequiel
36:26-27 "‘Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo
dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un
corazón de carne. ‘Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis
en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas" (LBLA).
La
revelación sobre este Nuevo Pacto profetizado en el AT continúa hasta los
Evangelios del NT (Léase Hebreos 8:6-13). El SEÑOR Jesucristo, junto con sus
discípulos, celebraron su última cena de Pascua juntos. En ese momento, Jesús
revela que el cumplimiento del Nuevo Pacto prometido por Dios en las Escrituras
veterotestamentarias, están en Él:
Mateo
26;26-29 "Mientras comían, Jesús tomó pan, y
habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los
discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando una
copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos
de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es
derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y os digo que
desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo
beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre" (LBLA) (subrayado
añadido).
Podemos
encontrar el registro de estas palabras en otros pasajes bíblicos: Marcos
14:22-25; Lucas 22:14-20 y 1 Corintios 11:23-26. Imaginemos la expresión de los
discípulos al haber escuchado esas palabras: "Nuevo Pacto" y
"Perdón de pecados". Como buenos israelitas educados en la tradición
de la Torá, los discípulos fácilmente los hubieran ubicado en las profecías de
Jeremías 31:31-34 y Ezequiel 36:26-27. Pero aquí se añade un elemento nuevo:
"la sangre". Imaginen la sorpresa de sus discípulos: "¿Sangre?
¿Nos dará Su sangre? ¡Sí es la misma vida de Él la que nos dará!..."
(Léase Génesis 9:4). Es decir, la misma vida de Jesús será puesta en sacrificio
para obtener la bendición del perdón de nuestros pecados; porque sin
derramamiento de sangre no hay remisión de pecados (Léase Hebreos 9:22).
¡Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! (Léase Juan 1:29).
Puesto
que todos el sistema de sacrificios del AT eran sombra y figura del verdadero
sacrificio de Aquél que había de venir (Léase Hebreos 10:1-4) ¡Él es el Siervo
Sufriente de Isaías 53! Dios ha dispuesto desde antes de la eternidad que el
Cordero de Dios fuese inmolado y destinado para nosotros (Léase Pedro 1:18-21; Apocalipsis 3:18). Dios
dispuso en Su decreto eterno el sacrificio de Su Hijo amado en la cruz para que
tuviéramos vida en Su muerte (Léase Isaías 53:4, 6, 10). El Ps. Donald Herrera
Terán comenta al respecto:
"Sin
pena de muerte nuestra salvación sería una ilusión. Pues, ¿quién decretó que
"la paga del pecado fuese la muerte? La muerte no es un ente autónomo en
esta Creación de Dios. Los romanos, al crucificar a Jesús, no estaban
ofreciendo un sacrificio expiatorio. Los judíos, al crucificar a Jesús, no
estaban ofreciendo el precio de nuestra redención. La justicia de Dios fue
satisfecha por obra del mismo Hijo: "Por eso me ama el Padre, porque yo
pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí
mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar.
Este mandamiento recibí de mi Padre" (Juan 10:17-18). También, "Y
casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de
sangre no se hace remisión" (Heb 9:22). ¿Y Quién decretó que esto fuese
así?" (2).
Por
lo tanto: ¡El Nuevo Pacto ha sido inaugurado en Cristo Jesús para el perdón de
nuestros pecados!
Un Amor de Pacto
que trasciende el tiempo, el espacio y la eternidad
Ahora
bien, este supremo y dador amor de Dios, no se limitó para con el pueblo de Israel,
sino también con los gentiles, con los no israelitas, de todas las épocas,
razas, lenguas y naciones. El apóstol Pablo, escribiendo a los efesios, que
antes eran paganos, les recordó cuál era su condición espiritual antes de ser
salvados por mediación de Cristo:
Efesios
2:11-12 "Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en
la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por
manos en la carne, recordad que en ese tiempo estabais separados de Cristo,
excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la
promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo" (LBLA).
Aun
así, Dios les salvó a pesar de que eran ajenos a los pactos de la promesa, sin
esperanza de inclusión entre el pueblo, sin conocerle a Él:
Efesios
2:4-5 "Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran
amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos
en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia
habéis sido salvados)".
Nuestro
SEÑOR no hace distinción entre judíos y gentiles, pero sí entre incrédulos y
creyentes. Solo ingresan al Reino de Dios aquellos que han sido nacidos de
nuevo, o hechos de nuevo por el poder regenerador del Espíritu Santo a través
de la predicación del Evangelio (Léase Marcos 1:14-15; Juan 3:3-5 y 1 Corintios
1:21). Como afirma el apóstol Pablo, no es la circuncisión ni la incircuncisión
la que los hace aptos al Reino, sino la operación del Espíritu Santo en el
corazón de los que son nacidos de nuevos en Cristo (Compárese con Jeremías
31:31-34 y Ezequiel 36:26-27):
Gálatas
6:15 " Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la
incircuncisión, sino una nueva creación" (RV60).
Romanos
2:29 "Sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es
la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no
procede de los hombres, sino de Dios" (LBLA).
Tanto
gentiles como judíos por igual, en un solo acto de elección divina, son
predestinados por amor en el Cordero de Dios desde antes de la fundación del
mundo:
Efesios
1:3-6 "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales
en Cristo, 4 según nos escogió en Él antes de la fundación del
mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos
predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo,
conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado" (LBLA).
1
Pedro 1:18-20 "Sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana
manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro
o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la
sangre de Cristo. Porque Él estaba preparado desde antes de
la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por
amor a vosotros" (LBLA).
Así
como Dios mostró Su amor de Pacto al considerar simbólicamente a Israel como Su
esposa en el AT; de igual modo, en la revelación progresiva del NT acerca del
decreto de la elección, judíos y gentiles vienen a ser una Esposa en Cristo: La
Iglesia:
Efesios
5:25-27 "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la
iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada" (LBLA).
Tanto
judíos como gentiles glorificarán al Cordero que los salvó y viven en espera de
Su regreso glorioso:
Tito
2:13-14 "Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la
gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se
dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar
para sí un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras" (LBLA).
Apocalipsis
7:9-10 "Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía
contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del
trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con
palmas en las manos. Y clamaban a gran voz, diciendo: La
salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono,
y al Cordero".
¡Esa
es la gloria venidera a todos los redimidos en Cristo! ¡Concedida por gracia,
sublime gracia!
Los paralelismos
del amor de Dios en el AT y NT
¿Recuerdan
en nuestra primera parte como Dios mostró Su Amor de Pacto para con Su pueblo Israel?
Del mismo modo, haciendo paralelismo de ese cuidado para con Su pueblo, lo
extiende hacia a todos Sus redimidos en Cristo:
Dios
mostró Su Amor de Pacto para con Israel, a través de Su creación; así también
los redimidos en Cristo son hechos nuevas criaturas, "nueva creación"
en su significado original griego (Léase 2 Corintios 5:17 y Gálatas 6:15). Esto
implica una nueva naturaleza en la que va siendo conformado cada día más a la
imagen y semejanza del SEÑOR Jesucristo:
Efesios
2:10 "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas
obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas"
(LBLA).
2
Corintios 5:17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura; las
cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas" (LBLA).
Así
como Dios mostró Su Amor de Pacto para con Israel a través de Su redención de
Egipto, y obrar maravillas y señales; de
igual modo Él libertó a los redimidos en Cristo con Su poder salvífico de la
esclavitud del pecado y de Satanás; y nos trasladó a Su Reino espiritual por
medio del Evangelio:
1
Corintios 15:1-2 "Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os
prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por
el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué,
a no ser que hayáis creído en vano" (LBLA).
Efesios
2:1-3 "Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros
delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la
corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el
espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales
también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra
carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por
naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás" (LBLA).
Colosenses
1:13-14 "Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos
trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de
los pecados" (LBLA).
De
la misma manera, Dios mostró Su Amor de Pacto para con Israel al protegerlos de
todos sus enemigos y llevarlos a la Tierra Prometida; así también Dios preserva
a los redimidos en Cristo del poder del pecado, de la muerte y de las
acechanzas de Satanás hasta el día en que sean llamados a Su presencia. Es el
SEÑOR quién los lleva a la meta final y al establecimiento total de su ciudadanía
celestial:
1
Corintios 1:8 "El cual también os confirmará hasta el fin, para que
seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo" (LBLA).
1
Corintios 15:55-57 "¿Donde está, oh muerte, tu victoria? ¿Donde, oh
sepulcro, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el
poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria
por medio de nuestro Señor Jesucristo" (LBLA).
1
Juan 5:18 "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca (no
practica el pecado); sino que aquel que nació de Dios lo guarda y el
maligno no lo toca" (LBLA) (Paréntesis añadido).
Hebreos
11:16 "Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir,
celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de
ellos, pues les ha preparado una ciudad" (LBLA).
Por
último, así como Dios mostró Su fidelidad para con Israel por Amor de Pacto;
así también lo hará para con Sus redimidos en Cristo:
Filipenses
1:6 "Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en
vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús" (LBLA).
Romanos
8:29-30, 38-39 "Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a
ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre
muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que
llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también
glorificó" [...] "Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la
vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los
poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá
separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (LBLA).
Por
todas estas cosas:
¡Sólo a Dios la
Gloria!
_______________________
Notas
bibliográficas:
(1):
CHESED (jésed)| Nota de facebook, publicado el día 19 de noviembre de 2009 por
Daniel Alejandro Flores (Administrador de la página “El texto bíblico”). Fuente
electrónica: https://www.facebook.com/notes/el-texto-b%C3%ADblico/chesed-j%C3%A9sed/209848480309
(2): Post
de Donald Herrera Terán | Vía Facebook. Fuente electrónica: https://www.facebook.com/donald.teran/posts/10153208027271664