viernes, 18 de julio de 2014

UN AMOR DE PACTO PARA SIEMPRE (Salmo 136) | (2da. Parte)

Salmo 136:1 “Dad gracias al Señor porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia” (LBLA) (subrayado añadido).

En la parte anterior habíamos hablado que la palabra "misericordia" del Salmo 136, en el hebreo original ("hésed") se traduce como "amor constante" o "Amor de Pacto". Es decir, Dios sostiene fielmente un Amor de Pacto para con Su pueblo, Israel. En esta segunda parte veremos otra faceta del Amor de Pacto de Dios dentro del contexto de Su redención en Cristo.

El Amor de Dios se revela progresivamente...

Es muy probable que los autores del NT llamaron αγαπη (ágape), “amor”, es el equivalente de la palabra "hésed" por los escritores del AT (1). Ese amor, "ágape", es un amor de clase suprema y dador. Lo encontramos en diversas Escrituras:

Romanos 5:8 "Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros" (LBLA).

Juan 3:16 "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. " (LBLA).

1 Juan 4:9-10 "En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados" (LBLA).

Es un amor supremo y dador debido a que entregó Su tesoro más preciado del cielo: Su propio y amado Hijo. Lo entregó como un don, una dádiva, una ofrenda para vida eterna. Un amor divino expresado en hechos, manifestado en la cruz, a fin de cubrir nuestra más profunda y enraizada necesidad: La liberación del castigo, dominio y presencia del pecado que habita en nosotros.

El Amor de Pacto del AT al NT

La pregunta es: ¿El amor de Dios para con Sus hijos también se mostró en un Pacto? ¡Sí! Por medio un Nuevo que el SEÑOR realiza, el cual fue profetizado en el AT:

Jeremías 31:31-34 "He aquí, vienen días —declara el Señor— en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, no como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos rompieron, aunque fui un esposo para ellos —declara el Señor;  porque este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días —declara el Señor—. Pondré mi ley dentro de ellos, y sobre sus corazones la escribiré; y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y no tendrán que enseñar más cada uno a su prójimo y cada cual a su hermano, diciendo: “Conoce al Señor”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande —declara el Señor— pues perdonaré su maldad, y no recordaré más su pecado" (LBLA).

Ezequiel 36:26-27 "‘Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. ‘Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas" (LBLA).

La revelación sobre este Nuevo Pacto profetizado en el AT continúa hasta los Evangelios del NT (Léase Hebreos 8:6-13). El SEÑOR Jesucristo, junto con sus discípulos, celebraron su última cena de Pascua juntos. En ese momento, Jesús revela que el cumplimiento del Nuevo Pacto prometido por Dios en las Escrituras veterotestamentarias, están en Él:

Mateo 26;26-29 "Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre" (LBLA) (subrayado añadido).

Podemos encontrar el registro de estas palabras en otros pasajes bíblicos: Marcos 14:22-25; Lucas 22:14-20 y 1 Corintios 11:23-26. Imaginemos la expresión de los discípulos al haber escuchado esas palabras: "Nuevo Pacto" y "Perdón de pecados". Como buenos israelitas educados en la tradición de la Torá, los discípulos fácilmente los hubieran ubicado en las profecías de Jeremías 31:31-34 y Ezequiel 36:26-27. Pero aquí se añade un elemento nuevo: "la sangre". Imaginen la sorpresa de sus discípulos: "¿Sangre? ¿Nos dará Su sangre? ¡Sí es la misma vida de Él la que nos dará!..." (Léase Génesis 9:4). Es decir, la misma vida de Jesús será puesta en sacrificio para obtener la bendición del perdón de nuestros pecados; porque sin derramamiento de sangre no hay remisión de pecados (Léase Hebreos 9:22). ¡Cristo es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! (Léase Juan 1:29).

Puesto que todos el sistema de sacrificios del AT eran sombra y figura del verdadero sacrificio de Aquél que había de venir (Léase Hebreos 10:1-4) ¡Él es el Siervo Sufriente de Isaías 53! Dios ha dispuesto desde antes de la eternidad que el Cordero de Dios fuese inmolado y destinado para nosotros (Léase  Pedro 1:18-21; Apocalipsis 3:18). Dios dispuso en Su decreto eterno el sacrificio de Su Hijo amado en la cruz para que tuviéramos vida en Su muerte (Léase Isaías 53:4, 6, 10). El Ps. Donald Herrera Terán comenta al respecto:

"Sin pena de muerte nuestra salvación sería una ilusión. Pues, ¿quién decretó que "la paga del pecado fuese la muerte? La muerte no es un ente autónomo en esta Creación de Dios. Los romanos, al crucificar a Jesús, no estaban ofreciendo un sacrificio expiatorio. Los judíos, al crucificar a Jesús, no estaban ofreciendo el precio de nuestra redención. La justicia de Dios fue satisfecha por obra del mismo Hijo: "Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre" (Juan 10:17-18). También, "Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión" (Heb 9:22). ¿Y Quién decretó que esto fuese así?" (2).

Por lo tanto: ¡El Nuevo Pacto ha sido inaugurado en Cristo Jesús para el perdón de nuestros pecados!

Un Amor de Pacto que trasciende el tiempo, el espacio y la eternidad

Ahora bien, este supremo y dador amor de Dios, no se limitó para con el pueblo de Israel, sino también con los gentiles, con los no israelitas, de todas las épocas, razas, lenguas y naciones. El apóstol Pablo, escribiendo a los efesios, que antes eran paganos, les recordó cuál era su condición espiritual antes de ser salvados por mediación de Cristo:

Efesios 2:11-12 "Recordad, pues, que en otro tiempo vosotros los gentiles en la carne, llamados incircuncisión por la tal llamada circuncisión, hecha por manos en la carne, recordad que en ese tiempo estabais separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza, y sin Dios en el mundo" (LBLA).

Aun así, Dios les salvó a pesar de que eran ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza de inclusión entre el pueblo, sin conocerle a Él:
Efesios 2:4-5 "Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó,  aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia habéis sido salvados)".

Nuestro SEÑOR no hace distinción entre judíos y gentiles, pero sí entre incrédulos y creyentes. Solo ingresan al Reino de Dios aquellos que han sido nacidos de nuevo, o hechos de nuevo por el poder regenerador del Espíritu Santo a través de la predicación del Evangelio (Léase Marcos 1:14-15; Juan 3:3-5 y 1 Corintios 1:21). Como afirma el apóstol Pablo, no es la circuncisión ni la incircuncisión la que los hace aptos al Reino, sino la operación del Espíritu Santo en el corazón de los que son nacidos de nuevos en Cristo (Compárese con Jeremías 31:31-34 y Ezequiel 36:26-27):

Gálatas 6:15 " Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación" (RV60).

Romanos 2:29 "Sino que es judío el que lo es interiormente, y la circuncisión es la del corazón, por el Espíritu, no por la letra; la alabanza del cual no procede de los hombres, sino de Dios" (LBLA).

Tanto gentiles como judíos por igual, en un solo acto de elección divina, son predestinados por amor en el Cordero de Dios desde antes de la fundación del mundo:

Efesios 1:3-6 "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado" (LBLA).

1 Pedro 1:18-20 "Sabiendo que no fuisteis redimidos de vuestra vana manera de vivir heredada de vuestros padres con cosas perecederas como oro o plata, sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, la sangre de Cristo. Porque Él estaba preparado desde antes de la fundación del mundo, pero se ha manifestado en estos últimos tiempos por amor a vosotros" (LBLA).

Así como Dios mostró Su amor de Pacto al considerar simbólicamente a Israel como Su esposa en el AT; de igual modo, en la revelación progresiva del NT acerca del decreto de la elección, judíos y gentiles vienen a ser una Esposa en Cristo: La Iglesia:

Efesios 5:25-27 "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada" (LBLA).

Tanto judíos como gentiles glorificarán al Cordero que los salvó y viven en espera de Su regreso glorioso:

Tito 2:13-14 "Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús, quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras" (LBLA).

Apocalipsis 7:9-10 "Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos. Y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero".

¡Esa es la gloria venidera a todos los redimidos en Cristo! ¡Concedida por gracia, sublime gracia!

Los paralelismos del amor de Dios en el AT y NT

¿Recuerdan en nuestra primera parte como Dios mostró Su Amor de Pacto para con Su pueblo Israel? Del mismo modo, haciendo paralelismo de ese cuidado para con Su pueblo, lo extiende hacia a todos Sus redimidos en Cristo:

Dios mostró Su Amor de Pacto para con Israel, a través de Su creación; así también los redimidos en Cristo son hechos nuevas criaturas, "nueva creación" en su significado original griego (Léase 2 Corintios 5:17 y Gálatas 6:15). Esto implica una nueva naturaleza en la que va siendo conformado cada día más a la imagen y semejanza del SEÑOR Jesucristo:

Efesios 2:10 "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas" (LBLA).

2 Corintios 5:17 "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas" (LBLA).

Así como Dios mostró Su Amor de Pacto para con Israel a través de Su redención de Egipto,  y obrar maravillas y señales; de igual modo Él libertó a los redimidos en Cristo con Su poder salvífico de la esclavitud del pecado y de Satanás; y nos trasladó a Su Reino espiritual por medio del Evangelio:

1 Corintios 15:1-2 "Ahora os hago saber, hermanos, el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis, en el cual también estáis firmes, por el cual también sois salvos, si retenéis la palabra que os prediqué, a no ser que hayáis creído en vano" (LBLA).

Efesios 2:1-3 "Y El os dio vida a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás" (LBLA).

Colosenses 1:13-14 "Porque Él nos libró del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención: el perdón de los pecados" (LBLA).

De la misma manera, Dios mostró Su Amor de Pacto para con Israel al protegerlos de todos sus enemigos y llevarlos a la Tierra Prometida; así también Dios preserva a los redimidos en Cristo del poder del pecado, de la muerte y de las acechanzas de Satanás hasta el día en que sean llamados a Su presencia. Es el SEÑOR quién los lleva a la meta final y al establecimiento total de su ciudadanía celestial:

1 Corintios 1:8 "El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo" (LBLA).

1 Corintios 15:55-57 "¿Donde está, oh muerte, tu victoria? ¿Donde, oh sepulcro, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo" (LBLA).

1 Juan 5:18 "Sabemos que todo el que ha nacido de Dios, no peca (no practica el pecado); sino que aquel que nació de Dios lo guarda y el maligno no lo toca" (LBLA) (Paréntesis añadido).

Hebreos 11:16 "Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad" (LBLA).

Por último, así como Dios mostró Su fidelidad para con Israel por Amor de Pacto; así también lo hará para con Sus redimidos en Cristo:

Filipenses 1:6 "Estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús" (LBLA).

Romanos 8:29-30, 38-39 "Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos; y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó" [...] "Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro" (LBLA).

Por todas estas cosas:

¡Sólo a Dios la Gloria!
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Notas bibliográficas:
(1): CHESED (jésed)| Nota de facebook, publicado el día 19 de noviembre de 2009 por Daniel Alejandro Flores (Administrador de la página “El texto bíblico”). Fuente electrónica: https://www.facebook.com/notes/el-texto-b%C3%ADblico/chesed-j%C3%A9sed/209848480309
(2): Post de Donald Herrera Terán | Vía Facebook. Fuente electrónica: https://www.facebook.com/donald.teran/posts/10153208027271664