sábado, 15 de febrero de 2014

FRASES QUE NO HALLARÁS EN LA PALABRA DE DIOS

Cómo el Cristianismo está perdiendo el hábito de leer y estudiar la Biblia

Haciendo un breve recuento de los artículos/audios/videos cristianos que he leído/visto/oído en el pasado año 2013, me topé con lo siguiente (aparte de otros aportes muy curiosos):

El cristianismo actual, tanto en EUA como en Latinoamérica, atribuye frases o proverbios que NO son originarias en la Biblia. Las más famosas son las siguientes:

(1) “Ayúdate que yo te ayudaré”. En realidad, existen dos posibles fuentes de las que proviene ese proverbio:

Es un comentario de Benjamín Franklin en el siglo XVIII, que originalmente dice: “God helps those who help themselves”; y traducido es: “Dios ayuda a aquellos quienes se ayudan a sí mismos”.

Y también es una cita directa de Fernán Caballero, que era el pseudónimo de Cecilia Böhl de Faber y Larrea (1796-1877), en el texto “Los dos memoriales”:

“-Por esa desconfianza, puede ser, que de otra suerte, para obtener los favores de Dios, basta ser humilde y pedírselos con fe y amor; dice el Señor: «Ayúdate, que yo te ayudaré»”.

Curiosamente, las frases de Franklin y Caballero coinciden en el mismo siglo.

(2) “Dios aborrece el pecado, pero ama al pecador”. En realidad, proviene de Mahatma Gandhi, quien dijo: “Odia el pecado, no al pecador”. De ahí se añadió la palabra “Dios”.

(3) “No se mueve la hoja del árbol sin que sea la voluntad de Dios”, es una frase que aparece en el libro: “Don Quijote de la Mancha”, Capítulo III de la segunda parte, escrita por Miguel de Cervantes Saavedra en el año 1615:

“-Encomendadlo a Dios, Sancho -dijo don Quijote-, que todo se hará bien, y quizá mejor de lo que vos pensáis; que no se mueve la hoja en el árbol sin la voluntad de Dios”.

Ahora bien, las frases no son malas en sí –a excepción del proverbio adulterado de Gandhi que promueve un concepto errado y desequilibrado sobre los atributos de Dios (ese es otro tema) y de igual modo que cualquier otra frase que pueda avalar alguna falsa doctrina o práctica anti-bíblica–, pues muchos citamos también a varones piadosos de Dios que han transmitido por generaciones una gran enseñanza bíblica; pero hemos de reconocer que ninguna de ellas las encontraremos literalmente en la Biblia.

Entre otras cosas, un artículo titulado “Hambruna de la Palabra de Dios”, por la reportera Wendy Griffith, discutía el tema de la ignorancia de la gente respecto a la Biblia. He aquí lo que ella escribió: “Es claro que muchos americanos no conocen su Biblia, y un estudio reciente de George Barna respalda esta noción”. La investigación de Barna mostró que:

• El 60 % de los americanos no pueden mencionar la mitad de los “Diez Mandamientos”.
• El 63 % no puede nombrar los cuatro evangelios del NT.
• De la mencionada frase de “Ayúdate que yo te ayudaré”, el 81 % cree que es una cita directa de la Biblia.

Hay mucho qué reflexionar al respecto, no solo por parte de los cristianos que tienen la Biblia en sus manos, sino también de qué es lo que enseñan en los púlpitos. Tan solo la siguiente lista de temas básicos que NO se predican hoy en la mayoría de las iglesias cristianas o se predica muy poco:

• El bíblico Evangelio de Jesucristo
• Autoridad de las Escrituras
• Predicación expositiva
• Sana doctrina
• Atributos de Dios (Como Su santidad, Justicia y Su Ira)
• Pecado
• Juicio de Dios
• Regeneración
• Arrepentimiento
• Disciplina de la Iglesia

Además, el descuido del estudio bíblico es tal, que incluso por vía Internet puedes hallar un video “Una semana en la vida de una Biblia”, en la cual presenciamos en poco más de un minuto cómo un miembro de la congregación llega a su casa después de la reunión dominical y deja la Biblia en una mesa para solo volverla a tomar para la siguiente reunión del domingo. Drástico, pero así sucede. Lo que me dejó intrigado es que algo muy fuerte pasa para sea necesario que tengamos un video para reflexionar sobre el abandono de escudriñar las Escrituras circulando en las redes sociales: Se llama Apostasía. Aquí el enlace del video: [ver video].

Como creyentes de nuestro SEÑOR Jesucristo debemos ser saturados de la Palabra de Dios, respetando su contexto tal cual, y que ella se interprete por sí misma, con la ayuda y la guía del Espíritu Santo para que nos revele la Gloria de Jesucristo. Volvamos a la autoridad de las Escrituras:

2 Timoteo 3:15b-17 “Las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”.

¡Sólo a Dios la Gloria!
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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(*1)  ‘¿Qué es la fe real?’ |David C. Pack (Vía Internet).