[Mientras escribo a un
amigo, medito sobre el tema]
Querido
amigo:
Me
diste de la impresión de que no puedes comprender como algo que no es de “la
autoría” de Dios puede crearse o gestarse de la nada. Bueno, lo mismo puedo
decir yo de la TV o del Internet. En términos literales, Dios no los inventó,
no le dijo al hombre: “Ten, toma esto, es para tu beneficio, úsalo bien”. Fue
el hombre quién inventó la TV y el Internet a partir de algo ya creado (eso lo
distingue de Dios, pues Él crea algo a partir de la nada), ahí están dos cosas
más que surgen de la nada sin ser Dios necesariamente Su autor. Lo que sí
nuestro Dios ha dado al hombre es la capacidad creativa para hacer esas cosas.
Por supuesto, Dios todo lo ve, y puede obrar de distintas maneras, y mi ejemplo
es pobre. En fin, si seguimos en la línea del “Decreto”, Dios decretó que el
hombre inventara el Internet y la TV usando su capacidad creativa.
Ahora
bien, pensando en el término “capacidad”, Dios le dio a Adán y Eva la capacidad
de elegir o de libre albedrío (hablo de ellos; no de nosotros). Nosotros somos
constituidos pecadores, porque nacemos pecadores, como dice Romanos 5:19:
Romanos
5:19 “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos
pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán
constituidos justos” (LBLA).
En
cambio, Adán y Eva no nacieron pecadores, sino buenos.
Eclesiastés
7:29 “He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto, pero ellos
buscaron muchas perversiones”.
Pero
el hecho de que ellos hayan sido buenos, no significan que hayan sido
absolutamente perfectos como Dios lo es; de lo contrario, no habrían pecado Sé
que Dios le dio la capacidad de elegir a Adán a base de presuposiciones: Dios
le dijo a Adán que no comiera el Árbol del Conocimiento del bien y del mal:
Génesis
2:16-17 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto
podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque
el día que de él comieres, ciertamente morirás”.
Lo
que implica que Adán y Eva sí tenían capacidad de elegir hacer lo contrario,
comer el fruto. Era un mandamiento de no comer con base a una elección: Si
comes, morirás. Si pecas, morirás. Claro, el ejemplo más claro de elección fue
Eva, porque ella deseó y codició comer el fruto de ese árbol, lo dice Génesis
3:6:
Génesis
3:6 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a
los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y
comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella”.
Si
lo deseó, es porque quiso, y si quiso, hay una elección, hay voluntad propia.
Ahora
bien, mi primera pregunta, mientras te escribo, es ¿Cómo algo que no es de Dios
se gesta en Su creación? A veces cuando hablamos de pecado entró en el mundo,
pensamos que brotó mágicamente de este mundo como alguna generación espontánea,
sin haberlo propiciado Dios, o que brotó así como parte ya del hombre, Adán y
Eva, en su naturaleza. Usando la primera analogía que viene a mi mente, sería
una Notebook venía con código malicioso incluido en su disco duro, pero el
producto no está consciente de ello (suena raro, pero medita en este ultima
ilustración). Bueno, sí y no. Recordemos lo que dice Romanos 5:12:
Romanos
5:12b “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el
pecado la muerte”.
El
pecado entró en el mundo, pero no por generación espontánea, sino por la
transgresión de Adán:
Romanos
5:14-15 “No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que
no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del
que había de venir. Pero el don no fue como la transgresión; porque
si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron
mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un
hombre, Jesucristo” (Subrayados añadidos).
A
partir de que él decidió voluntariamente quebrantar el mandamiento de no comer
el fruto Árbol del Conocimiento del bien y del mal (Léase Génesis 3:6-7; Oseas
6:7); entró el pecado en él. Es decir, el pecado como acto de rebelión fue lo
primero que surgió, lo que trajo como consecuencia el pecado como naturaleza en
ellos; fueron corrompidos por ello a posteriori. Eran seres buenos, creado a la
imagen y semejanza de Dios (Léase Génesis 1:26-27), pero eligieron de cualquier
modo lo malo, sencillamente por su capacidad de elegir. Como consecuencia de su
elección, comer el fruto, entró el pecado en ellos. Dios no eligió por ellos ni
les ordenó desobedecer, sino elegir el bien: “No comer el fruto”. Fueron Adán y
Eva eligieron rebelarse, dispusieron esto en sus corazones y como consecuencia,
el pecado entró en el mundo. ¿Quién cometió transgresión? El ser humano. ¿Cómo
surgió el pecado? Tuvo su origen en base a una mala elección del hombre. El
pecado no brotó mágicamente como naturaleza propia, sino como acto basado en
una mala elección. Y eso nos condenó a todos, porque a partir de esa
transgresión, nos heredó esa tendencia a pecar (ahora sí como naturaleza):
Romanos
5:18b “Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los
hombres”.
Porque
todos, los descendientes, elegimos siempre lo malo en nuestro corazón:
Génesis
5:1-3 “Este es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al
hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra los creó; y los
bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron
creados. Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su
semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set”.
Génesis
6:5 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que
todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo
solamente el mal”.
Romanos
5:19a “Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron
constituidos pecadores”.
De
ahí mi insistencia a que el pecado surgió en base al hombre y su capacidad de
elegir. Dios le dio la capacidad de elegir, pero escogió hacer lo malo. Pienso
que así fue con Satanás: Él Quiso ser como Dios, si quiso, era porque provenía
de Su voluntad:
Ezequiel
28:5-7 “Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado
tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu
corazón. Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto pusiste
tu corazón como corazón de Dios, por tanto, he aquí yo traigo sobre ti
extranjeros, los fuertes de las naciones, que desenvainarán sus espadas contra
la hermosura de tu sabiduría, y mancharán tu esplendor (…) Perfecto eras en
todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti
maldad (…) Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra;
delante de los reyes te pondré para que miren en ti” (Subrayados añadidos).
Isaías
14:12-15 “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado
fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu
corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré
mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del
norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al
Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del
abismo”.
El
problema de si Dios es autor del pecado o no, creo que debe dirigirse desde
otra perspectiva; no necesariamente en cómo surgió el pecado. Me explico o
intento explicarme. Pienso en el término “gracia común” que también se aplica a
Dios cuando restringe el mal absoluto en el mundo. Prefiero llamarlo como tal:
“Restricción común”. Pienso en esto, por la expresión “ángeles escogidos”:
1
Timoteo 5:21 “Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de
sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo
nada con parcialidad” (Subrayado añadido).
¿Eran
escogidos estos ángeles solo porque eligieron hacer el bien? No, no lo creo.
Pienso que Dios los guardó de contaminarse con Satanás y sus ángeles malvados,
de lo contrario, no serían llamados “ángeles escogidos”, sino “ángeles justos”.
Pienso que así fue en el caso de Adán y Eva: No les dio restricción a Su
capacidad de elegir, lo cual uno preguntaría si al no darles restricción, eso
lo haría autor del pecado. Para ello tengo respuesta: No.
Santiago
1:13-25 “Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios;
porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino
que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y
seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz
el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”.
Ya
vimos que si alguien peca, lo hace por propia elección, aun en los muertos
espirituales que no quieren elegir el bien de Dios, se complacen en el pecado y
lo hacen por gusto. Y si les gusta, es porque quieren complacerse, etc. En
otras palabras, la pregunta no es: ¿Cómo surgió el pecado? Sino: ¿Por qué
permitió que Adán y Eva eligieran mal?
Él
permite que sucedan determinadas cosas, pero no es autor de ellas, en el caso
de la maldad y del pecado. El pecado y la maldad no provienen de Dios, sino del
hombre. Es como ejemplificó un hermano en cierta ocasión: “Si yo le digo a mi
hijo que cuide una planta y que la riegue todos los días, sé que tarde o
temprano va a dejar a un lado sus obligaciones”. Y sucede. Lo mismo pasa con el
hombre. Otro hermano teólogo comentó sobre el mismo tema: “De hecho, una
de las razones por las que Dios permitió la entrada del Mal en el mundo, fue
para mostrar qué sucede cuando algo se separa de Él, pero que Dios permita el
pecado, no quiere decir que lo cause”.
En
la Confesión de fe de Westminster, en el capítulo tres “Los decretos
eternos de Dios” dice:
“Dios
ordenó desde la eternidad todo lo que sucede, por su propia iniciativa
libremente sin cambio alguno y por medio del más sabio y santísimo consejo de
su propia voluntad. Pero lo hizo de tal manera que, ni es el autor del pecado
ni hace violencia a la voluntad de las criaturas, ni hace a un lado la libertad
o incertidumbre de causas secundarias, sino más bien las establece”.
Anexo
por último un comentario interesante del Dr. John Piper:
“En
la mente de Dios, Su gracia venía hacia a los creyentes antes de que el
Universo existiera. Cuando Jesús fue enviado a esta Tierra a morir sobre esa
cruz, eso no fue el ‘Plan B’. Dios previó que el pecado entraría. Dios permitió
que el pecado entrara. Cuando un Dios Todopoderoso, un Dios plenamente sabio
permite algo, lo hace porque tiene una razón. Quiero decir que Él tenía un
plan. ¿Cuál fue el plan en permitir el pecado? Respuesta: Para enviar a Jesús a
morir por los pecados. ¿Y por qué planificó enviar a Jesús por nuestros
pecados? Por la misma razón que creó el universo: Para mostrar Su gloria. Solo
que ahora es la Gloria de Su gracia. Por eso declaré que ‘Gracia’ es el ápice,
la cúspide de la gracia de Dios. Desde el principio ha sido la intención de
mostrar la plenitud de Su gloria en el universo. Pero la plenitud de la gloria
de Dios incluye la misericordia y la gracia de Dios para los pecadores. Por
esta razón Dios permite que el pecado entre al mundo. Y envía a Su Hijo para
mostrar la altura de Su gloria la cual es Su gracia” (1).
Aun
así, como dijo un querido amigo: “Lo que la Biblia no dice, es de sabios
callar”. Sólo me resta decir:
Romanos
11:33-36 “Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de
Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque
¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién le dio
a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y por él, y para
él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén”.
¡Sólo
a Dios la Gloria!
____________________________
(1) Fuente electrónica: ‘La experiencia de la cruz y de la gloria de Dios’ | John Piper; expositor
de la primera sesión de la conferencia ‘Por su Causa 2010: De Regreso a la
Cruz’. Duración: 00:43:23 [Escrita tal cual como lo ha anunciado el traductor
al español].