Mateo 13:10-11: “Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por
qué les hablas por parábolas? El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os
es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es
dado”.
En cuanto a éste pasaje, me llama la atención una palabra: “Misterios”.
He aquí su significado en idioma original griego:
Diccionario Strong: (G3466) mustérion de un derivado de
μύω múo (cerrar la boca); secreto o «misterio» (mediante la idea de silencio
impuesto por iniciación en ritos religiosos): misterio (*1).
Diccionario Vine NT: “En el NT denota no lo que es
misterioso, como sucede con el término castellano, sino aquello que, estando
más allá de la posibilidad de ser conocido por medios naturales, solo puede
llegarse a saber por revelación divina, y se hace saber de una manera y en un
tiempo señalados por Dios, y solo a aquellos que están iluminados por su
Espíritu” (*3). Respecto a Mateo 13:11, Vine dice que el término “Misterio” se
usa para: “La operación de aquellas fuerzas escondidas que o bien retardan o
bien aceleran el Reino de los cielos; esto es, de Dios” (*4).
Por consiguiente: ¿Qué son parábolas? Respuesta: “Es una historia que se
usa situaciones de la vida real diaria para enseñar verdades. Jesús usó muchas
parábolas para enseñar sobre el Reino de Dios” (*2).
Teniendo estas palabras en mente, comprendemos que Jesús enseñaba las
verdades a base de ejemplos cotidianos y ordinarios para ilustrar el llamado de
Dios “a (todos) los hombres en todos lugares, sin distinción de raza ni de
nacionalidad, para que se sometan voluntariamente a su gobierno” (*5). Todas
estas verdades escondidas tienen su fuente en el conocimiento y soberanía de
Dios desde antes de la fundación del mundo:
Mateo 13:34-35: “Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y
sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el
profeta, cuando dijo: Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas
desde la fundación del mundo”.
Ahora ¿Por qué el SEÑOR Jesús hablaba en Parábolas? Respuesta:
Mateo 13:13-15: “Por eso les hablo por parábolas: Porque viendo no ven,
y oyendo no oyen, ni entienden. De manera que se cumple en ellos la profecía de
Isaías, que dijo: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no
percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos
oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y
oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los
sane”.
En Marcos 4:12, como contexto paralelo, finaliza esta profecía de
Isaías: “ para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y
no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados”.
Entonces, cuando nuestro SEÑOR hablaba en parábolas ¿En qué consistía el
Misterio del Reino de los Cielos (o el Reino de Dios) que involucra la
salvación, la conversión y el perdón de pecados? Respuesta: En el Evangelio del
Reino. Versículos que lo respaldan:
Mateo 1:21 “Y dará a luz un hijo, y llamarás su
nombre JESÚS, porque
él salvará a su pueblo de sus pecados”.
Lucas 4:43: “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades
anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado”.
Lucas 9:11: Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió,
y les hablaba del Reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser
curados.
Marcos 1:14-15 “Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea
predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido,
y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el
evangelio”.
Lucas 24:47: “Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y
el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”.
Hechos 5:31: “A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe
y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados”.
Hechos 10:43: “De éste dan testimonio todos los profetas, que todos
los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre”.
Hechos 26:18 (Habla el SEÑOR Jesús al apóstol Pablo): “Para que
abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la
potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de
pecados y herencia entre los santificados”.
En Conclusión: Cristo mismo es el misterio del Reino
de Dios:
2 Corintios 4:3-6 “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre
los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. Porque no
nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros
como vuestros siervos por amor de Jesús. Porque Dios, que mandó que de las
tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones,
para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo”.
Y los que son súbditos en el Reino de Dios son los que han creído para
salvación en Cristo Jesús, es decir; solo la fe en Cristo es necesaria para
acceder al Reino.
Mateo 13:43: “Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino
de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.
¡Sólo a Dios la
Gloria!
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Notas bibliográficas:
(*1) Diccionario Strong para versión E-Sword.
(*2) Nuevo Testamento, Versión Rv1960, “Pasajes famosos en el Nuevo
Testamento”; pág. 260; Sociedad Bíblica Americana, Nueva York; 1960, 1976.
(*3) Diccionario Vine NT para versión E-Sword.
(*4) Diccionario Vine NT para versión E-Sword.
(*5) Diccionario Vine NT para versión
E-Sword; significado de la Palabra “Reino”.