sábado, 9 de marzo de 2013

BREVE MANUAL DE HERMENÉUTICA (5ta. Parte)

LA TERCERA REGLA

Tercera regla: Es necesario tomar las palabras en el sentido que indica el contexto, a saber; los versículos que preceden y siguen al texto en estudio. 

El Dr. Lund añade:

“Sucede a veces que basta el conjunto de una frase para determinar cuál es el verdadero significado de ciertas palabras. Por tanto, y en tal caso, debemos empezar más arriba la lectura y continuada más abajo, para tener en cuenta lo que precede y sigue a la expresión obscura, y procediendo así se hallara claridad en el contexto por diferentes circunstancias” (*1).

Ejemplo 1: Gálatas 4:3

Gálatas 4:3 “Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo”.

¿Qué quiere decir Pablo con los rudimentos del mundo? En lo que sigue a la palabra se nos explica que son prácticas de costumbres judaicas. Esto lo explica desde el versículo 9 en adelante:

Gálatas 4:9-10 “Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días, los meses, los tiempos y los años”.

Ejemplo 2: Juan 6:54 

Juan 6:54 “El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”.

A simple vista se entiende que hemos de comer la carne y beber la sangre de Jesucristo de forma físicamente; como un acto de canibalismo (Lo que después dio lugar a la falsa doctrina católica de la Transubstanciación). Sin embargo, en el contexto que le antecede y sucede, nuestro SEÑOR Jesús hablaba de forma espiritual y no de comer ni beber de forma literal: 

Juan 6:63 “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”.

Esto significa que hay apropiarse por la fe el sacrificio de Cristo en la cruz, de lo que, como se sabe, resulta la vida eterna del creyente 

Ejemplo 3: Génesis 46:27 comparar con Hechos 7:14

Génesis 46:27 “Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las personas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta”.

Hechos 7:14 “Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco personas”.

En este pasaje parece como si hubiera una contradicción. Pero en realidad el pasaje está armonizado. Esteban hizo el cálculo de todas las personas que entraron con Jacob a Egipto, contando las mujeres de los hijos de Jacob, mientras que en Génesis el autor menciona las personas que entraron a Egipto sin las mujeres de los hijos de Jacob. El cálculo sería 66 la descendencia de Jacob, según el versículo 26; 12 los hijos que tiene Jacob, por lo tanto, 12 mujeres quiere decir que 66 + 12 = 78. En los 66 no está contado José ni Jacob, por lo tanto tenemos que quitar la mujer de José, porque ya estaba en Egipto (78 - 1 = 77). Las mujeres de Jacob ya habían muerto, tampoco están contadas. En Génesis nos enseña que dos de sus hijos perdieron sus mujeres, que sería Simeón y Judá. Quitando las dos últimas mujeres nos da un total de 75, tal como lo dijo Esteban. Todo lo podemos ver que está bien interpretado en Génesis 46 (*2).

¡Sólo a Dios la Gloria!
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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:
(1) - “HERMENÉUTICA / INTRODUCCIÓN BÍBLICA”; Capítulo VII: “Regla Tercera”; E. Lund y Alice E. Luce. Editorial VIDA, Miami, Florida. Edición 1975, 2001. Pág. 39.
(2)- “¿SABES QUÉ ES HERMENÉUTICA?”, Autor: administrador anónimo. Fuente electrónica: http://miconcordancia.com/estudios.php?ID=1