jueves, 30 de enero de 2014

BREVE HISTORIA DE LOS IDIOMAS HABLADOS Y ESCRITOS DE LA BIBLIA

Algunas consideraciones básicas

Dialecto: Fenómeno lingüís- tico que permite que una lengua se hable de una forma tan original, tan particular en una región que en otra región, dependiendo de la cultura social, económica o política.

El dialecto era una forma de que una lengua antigua se hablaba en cierta región y en cierta cultura. Es por eso que las lenguas antiguas, incluyendo el hebreo, tenían dialectos.

Es importante entender que en la antigüedad no existía una institución que regulara la pronunciación y escritura de las diferentes lenguas (como la actual Real Academia de la Lengua Española), por lo cual en cada idioma o lengua existían modismos o regionalismos y es por ello que nos encontramos con que en el idioma hebreo, arameo y griego existían diferentes modalidades, asimismo como los vemos en cualquier otro idioma.

Lenguas semíticas

La lengua semítica es una de las lenguas más antiguas de la humanidad, es la madre del hebreo y arameo. Se llama “semítica” en honor a uno de los hijos de Noé, llamado Sem (Los hijos de Noé son Sem, Cam y Jafet). Se honra a Sem porque se le relaciona como uno de los patriarcas que habitó la región de Mesopotamia. La lengua semítica viene del N de Palestina, Irak e Irán, de los que conformaban la Mesopotamia, y hacia a la Asia más Oriental, al extremo Oriente. Hay una leyenda que dice que Sem vivió en ese territorio y que inventó esa lengua, aunque esto no es confirmado. Lo que sí es cierto es que la lengua del Extremo Oriente, de la Mesopotamia, fue la lengua semítica, la cual desapareció y dejó dos hijas:
  • Las lenguas semíticas occidentales. De las que se derivan las septentrionales (hebreo cananeo y arameo) y las meridionales (como el etíope y el árabe).
  • Las lenguas semíticas orientales. Fue una sola: El acadio.
A través de estas lenguas los lingüistas están reconstruyendo la lengua semítica madre.     
  
Paleo-Hebreo o Hebreo Cananeo

Entonces, ¿En qué idiomas se hablaban en el AT? Depende de las épocas. Había tres clases de hebreo.

Antes del S. V a.C. los israelitas no hablaban todavía el antiguo-hebreo; ellos sabían las lenguas egipcias (por su tiempo de estadía en Egipto) y la lengua de sus ancestros que fue el acadio, la misma que hablaba Abraham y su descendencia (Abraham era originario de Mesopotamia; Génesis 24:10; Hechos 7:2). Cuando llegan a Canaán, la Tierra prometida adoptan el idioma cananeo y de ahí surge el dialecto hebreo antiguo o hebreo cananeo. En Canaán había un pueblo muy culto y literato conocido como los fenicios, el cual llevó el alfabeto cananeo a Grecia, es por eso que la lengua griega es hija del cananeo.

Este es el primer hebreo que se utilizó para escribir gran parte de la Torá o la Ley. La palabra “Paleo” significa “Antiguo”; es también llamado “Hebreo cananeo”. Porque el hebreo más antiguo usaban letras que provienen de las letras del idioma cananeo y que no tienen cabida en el hebreo moderno; es decir, el primer hebreo fue el idioma cananeo.

Las letras del alfabeto cananeo simulaban a fenómenos de la naturaleza, objetos, y animales (como la cabeza de un toro, el camello o una casa), En cuanto al alfabeto cananeo tiene 22 letras, más no tenía vocales. Es importante saber que las comas, la separación de capítulos y otros elementos no forman parte de los escritos antiguos, sino se usaron para una mejor comprensión. Este fue el primer alfabeto inventado por los hombres. Es por eso que alfabetos como el hebreo, el griego, el latín, el castellano, el inglés, el alemán, se derivan del antiguo alfabeto llamado cananeo.

Leer el antiguo hebreo del AT era aburrido en un sentido, puesto que no tenía entonación ni sonoridad en cuanto a la pronunciación, ni tampoco tenía signos de puntuación. Era escrito de forma corrida, no había espacio, párrafo o coma ni punto. El que debía leer este tipo de texto debía ser un experto que debía ir marcando donde terminaba una palabra y comenzaba otra. 

El paleo-hebreo se empieza a hablar cuando el pueblo de Israel fue liberado de la esclavitud de Egipto por medio de Moisés, y conquista la Tierra prometida, Canaán (S. XV a. C.).

Para este punto de la historia, gran parte el AT fue escrito en idioma paleo-hebreo o cananeo primitivo.

Hebreo Arameizado

El Arameo, es otro idioma que se hablaba al mismo tiempo que el paleo-hebreo, la diferencia de pronunciación entre el hebreo y el arameo era mínima, como por el ejemplo, el español y el portugués en nuestro tiempo. Este idioma se originó en Siria (cerca de Damasco, al N de Palestina), pero los imperios de Mesopotamia, que antes hablaban Acadio (que tenía una escritura cuneiforme), abandonaron el acadio y aprendieron el arameo como su lengua oficial. Y el arameo en la época del S. V a. C., cuando el imperio babilónico toma a Jerusalén, el Reino del Sur, se impone al pueblo que fue exiliado de la Tierra Prometida este idioma en Babilonia. Y a partir del S. V, época del cautiverio, los judíos aprendieron a hablar en arameo; entre ellos Esdras y Nehemías; léase Daniel 1:1-4. 

Y cuando se puso fin el cautiverio, hacia el año 450 a. C., Esdras y Nehemías Usaban las letras arameas. Entonces traspasan las letras cananeas del AT con las nuevas letras arameas. El arameo conservó su originalidad e influenció el antiguo hebreo y poniendo sus caracteres y sus letras (y estas resultaron ser después el hebreo moderno). Esta es la segunda etapa del hebreo, el hebreo arameizado.      

Cuando los judíos estuvieron cautivos en Babilonia, del 586 al 538 a. C. (aproximadamente 48 años), ahí aprendieron arameo. Antes no lo hablaban. Después del exilio babilónico hasta la época del SEÑOR Jesucristo hablaban el arameo. El hebreo antiguo perdió fuerza y costumbre, y en los tiempos de Cristo se convirtió en una lengua casi fuera de circulación.

Como mencionamos anteriormente, gran parte del AT se escribió con hebreo cananeo con letras fuera de uso, que eran letras ya extrañas para su tiempo, sin vocales. Para la época de Esdras y Nehemías, hacia el año 450 a. C., Esdras se ganó un famoso sobrenombre: “El Secretario de la Ley”; porque él tradujo del hebreo cananeo o paleo-hebreo a un nuevo hebreo, con una característica muy novedosa, que fue reemplazar las letras cananeas que estaban en desuso con nuevas letras arameas. Fue producto de un acontecimiento histórico en el pueblo de Israel, la implementación del idioma arameo por parte del imperio babilónico.  

En el AT, los siguientes pasajes bíblicos fueron escritos prácticamente en arameo:
  • Esdras 4:18 hasta 6:12; 7:12-26
  • Daniel 2:4 hasta 7:28
  • Jeremías 10:11
  • Dos palabras en Génesis 31:47
Durante esta época nació una literatura conocida como los Targumim (plural) o Tárgum (singular), que es una traducción del hebreo al arameo.

Hebreo Masorético

El hebreo de hoy es un hebreo moderno que ya contiene reglas de escritura y pronunciación, no así el paleo-hebreo (hebreo primitivo). Este se logró conservar en cierta manera debido a que los altos grados de erudición y sacerdocio (coaním o los sacerdotes y los levitas) lo siguieron manejando dentro de las actividades realizadas en el templo.

Entre los S. VI al X d. C. unos famosos eruditos, los “nakdamim”, que significa los “puntuadores”, fueron quienes depuraron y perfeccionaron el texto hebreo, en 3 cosas:
  • Inventaron las vocales, que fue un conjunto de líneas y puntos que se colocaban debajo de las letras consonantes.
  • Inventaron los acentos.
  • Inventaron los puntos.
Ellos fueron más tarde como los “Masoretas”, que viene de la palabra “Mesorá” que significa “Tradición”. Estos masoretas tomaron el texto del AT pero respetaron la tradición del mismo. Simplemente lo depuraron y corrigieron, de ahí el nombre de masoretas, que también significa “Los que respetaron y actualizaron la tradición del texto del AT”.

El idioma griego

Los griegos tomaron el alfabeto cananeo, en cuanto a estructura y formato, pulieron y estilizaron las letras y formaron lo que conocemos como el alfabeto griego que consta de 24 letras. El idioma cananeo fue tan influyente que inspiró tanto a los hebreos como a los griegos para fundar sus respectivas lenguas. El idioma griego tiene alrededor de siete dialectos.

Del idioma griego se destaca el “Koiné”. El griego “Koiné” del NT no es un dialecto, el “Koiné” viene de “Koinonía” que significa: “Común, popular”.

Esta lengua originalmente conforma una unión territorial importante, ya que podía ser utilizada en lugares tan dispares que abarcan desde Roma hasta Egipto, e incluso algunos enclaves en India, conviviendo con lenguas autóctonas como el arameo en Siria, el copto en Egipto o con el latín, esta última la lengua de los militares y funcionarios en Occidente. Se distinguen distintos tipos de koiné, entre ellos la koiné egipcia, conocida gracias a los papiros de la Septuaginta (LXX) y la koiné literaria, en escritores como Polibio.

En el año 334 a. C., Alejandro el Magno, hijo de Filipo de Macedonia, estaba organizando su invasión del Oriente, tenía como propósito aplastar a los medo-persas, quienes en algunas ocasiones han intentado destruir a los griegos. Alejandro comenzó a organizar su ejército de todas las tribus griegas y macedónicas; sin embargo, se topó con el problema de que dichas tribus griegas hablaban diferentes dialectos del idioma griego y los soldados de un ejército no pueden luchar en el campo de batalla sino se entienden entre sí. Alejandro era un perfeccionista y él quería que todos sus soldados pudiesen comunicarse entre sí, para ello asignó maestros para que homologaran el idioma griego que sus soldados iban a utilizar en sus campañas. De ahí surge el idioma koiné o griego común. 

A raíz de esa campaña de Alejandro, que comenzó en el año 331 a. C. cuando cruzó el estrecho de los Dardanelos, e invadió lo que hoy es Turquía, de ahí fue a Tiro, bajando luego a Egipto, e incluso pasó a Jerusalén y de ahí se fue hacia al Oriente hasta Babilonia y más allá. Alejandro el Magno murió en Babilonia en el año 323 a. C. a la edad de 33 años. Esta campaña de Alejandro extendió el idioma griego por toda aquella región. Y en el año 330 a. C. aproximadamente, fundó la ciudad que se halla en el N de Egipto que se llama Alejandría. El nombre de “Alejandría” proviene de hacer honor a Alejandro “el Grande” o Alejandro Magno. Esta ciudad se convirtió en un centro de educación y enseñanza en el mundo antiguo, al grado de que suplantó a Atenas, que había sido en aquel entonces el gran centro de estudios y de conocimiento.

El idioma griego tuvo gran preponderancia en el Medio Oriente. Por ej. el imperio griego arrasó a Judea y provoca la revuelta de los Macabeos en el año 167 a. C. Los griegos irrumpieron de manera violenta en el Medio Oriente, y de una u otra manera su influencia no fue solo filosófica o mitológica, sino también su influencia idiomática y lingüística empezó a tener cada vez más peso dentro del Oriente medio. El griego fue el “inglés” de su tiempo, el mundo antiguo aprendía griego.

La Septuaginta o LXX

Antes de mencionar la implementación del alfabeto griego en el NT, comenzaremos primero con el de la Septuaginta (LXX).

La Septuaginta o LXX, es una de las versiones más antiguas y famosas del AT. En el S. III a. C., los que gobernaban Palestina y Egipto, eran los reyes griegos de la descendencia de los Ptolomeos o los Ptolemaicos. Desde Alejandría se gobernaba para Israel. Un documento histórico en el que durante varios siglos lo consideraban fidedigno; este documento se llama la “Carta de Aristeas a Filócrates”. Dicha carta nos cuenta con lujos de detalles y a veces con formas legendarias, de cómo se produjo la LXX. La carta de Aristeas a Filócrates fue desautorizada en el año de 1522 d. C. por un doctor de la Iglesia de nombre Luis Vives, quién dijo en sus “XXII libri de Civitate Dei Commentaria” que esta carta tenía elementos mitológicos y que no fue escrita en los tiempos de la traducción de la LXX sino en un tiempo mucho más posterior. Aun así, la carta tiene datos históricos reales de que dicha traducción griega existió. Se ignora quién fue el autor de este documento porque el nombre de Aristeas fue un pseudónimo, posiblemente Filócrates, a quien destina la carta, era el hermano de este autor anónimo.

Narra que el Rey Ptolomeo II Filadelfo, quien gobernaba en Alejandría (Egipto, s. III a. C.), fue un monarca brillante y amante de la erudición, y fue uno de los que contribuyó a edificar una de las bibliotecas más grandes que ha tenido el mundo antiguo: La gran biblioteca de Alejandría. Ptolomeo contrató como bibliotecario a Demetrio De Falero, quien era uno de los filósofos más grandes de Egipto. Como hemos apuntado anteriormente, Alejandría era la cuna de la civilización de aquel tiempo y era la ciudad de corte griega en la que se encerraban todas las filosofías, teologías y religiones.

Demetrio De Falero revisó el catálogo de su biblioteca y faltó las Sagradas Escrituras de los israelitas, las cuales no tenían una versión hebreo, arameo ni traducido al griego. Entonces Ptolomeo II Filadelfo mandó una carta a Eleazar, sumo sacerdote de Jerusalén, diciéndole que, por favor, mandase un ejemplar de las Escrituras sagradas en hebreo y traductores para realizar la labor de traducir del hebreo al griego. Él quería que las Escrituras del AT que estaban en hebreo y arameo tuvieran su versión en griego, para leerlas por conocimiento intelectual que tener una vida y búsqueda piadosa. El sumo sacerdote mandó dicho ejemplar y 72 traductores (6 traductores por cada una de las doce tribus de Israel). Por este motivo esta versión griega del AT se llamó “Septuaginta” (LXX) que significa “setenta”, no por el número 72 sino que se redondea a 70. Los 72 traductores acuden con el Rey de Egipto presentando las Escrituras hebreas. Estos son los elementos legendarios. La historia real consta que esta traducción del AT del hebreo al griego tuvo varias etapas. La traducción empezó con Ptolomeo II Filadelfo, el rey de Egipto (entre los años 280-250 a. C.) con la Torá o la Ley. La traducción concluye con otro rey ptolemaico, Ptolomeo VII Evérgetes, tradujo los Ketuvim (Los Escritos) y los Nebiim (Los profetas). Fue rey antes de los años 171-117 a. C. y con él se completó la traducción de la versión griega del AT.

La LXX tiene diferentes formas de traducción:
  • El Pentateuco o la Torá se utilizaron un griego ático, y es la mejor traducción.
  • Los Nebiim o los Profetas se utilizaron un griego estilo jónico y muy literal, según los expertos es una traducción pésima.
  • Los Ketuviim o los Escritos  se utilizaron un griego que no es de lo mejor, pero superior que el de los libros proféticos; es un griego parafraseado.
  • En el caso del libro de Daniel no fue fácil de traducir, ya que tuvo que hacerse una nueva traducción por medio de Teodocio (año 185 d. C.); puesto este libro tiene doble lengua ya que posee porciones en hebreo y otras; en arameo. Es posible que el libro de Daniel fue traducido entre varios periodos. 
Respecto a los libros apócrifos, según la maestra bíblica Alice E. Luce, comenta: “Es probable que en el original de esta versión no fueron incluidos, sino la LXX era una traducción en griego del hebreo solamente de los 39 libros que ahora tenemos en el AT”.

Las Escrituras en el tiempo de Jesucristo

En sí, la Septuaginta desplazó el texto hebreo y arameo. En el tiempo de Jesucristo, en las  usaba en las sinagogas se usaban dos versiones del AT:
  • La LXX, que era una versión del AT, porque hacia el año 250 a. C. la habían traducido del hebreo al griego y se le llama también la “Versión de los setenta”.
  • Y los Targumim, que era una traducción del texto hebreo al arameo.
En la época de Cristo era muy raro hablar hebreo. La lengua materna de Jesucristo fue el arameo galilaico, de Galilea (N de Palestina). Aunque en Palestina era muy probable que conservasen Escrituras en hebreo arameizado y conocimiento del idioma (Léase Lucas 23:38; Hechos 21:37-22:2; 26:14).

La escritura del NT

En cuanto al NT, está escrito en griego, pero con contenido judío; es un escrito judío, la cultura es judía, y los conceptos son judíos. La lengua del NT también es la ‘koiné’, con una importante aportación de dialectos y préstamos léxicos de las lenguas semíticas (el arameo y el hebreo, básicamente). Como hemos apuntado anteriormente, no existía un solo griego en la época del NT. La gramática, la sintaxis, la semántica de cada lengua era diferente en los tiempos antiguos. Lo que quiere decir que el NT fue escrito en dialectos comunes y populares como “koiné”. El NT griego fue escrito en tres dialectos:

El Ático: Fue el dialecto griego de los literatos y de los filósofos, dialecto rico, clásico, elegante, fino y bien tejido. Proviene de los pensadores y literatos griegos como:
  • El mismo dialecto que usó Aristóteles para escribir la “Metafísica”, la “Ética de Nicómaco”.
  • El dialecto que usó Homero para escribir la “Odisea” y la “Ilíada”.
  • Hesíodo para escribir la “Teogonía”.
  • El dialecto que usó Platón para escribir “La República”.
El dialecto ático fue usado para el Evangelio de Lucas y Hechos de los Apóstoles; Lucas no era judío, sino gentil que dominaba profundamente la literatura griega clásica y también el dialecto de los literatos, el ático.

El Evangelio de Juan y la 1, 2 y 3 epístola de Juan; el apóstol Juan, en su evangelio expresa ese tipo de griego clásico, muy estructurado, simbólico y muy sintáctico.

Jónico: Fue el dialecto de los pocos cultos, del vulgo, de los artesanos y campesinos, era el griego tosco, sin mucha expresión; era más de carácter práctico.

El dialecto jónico fue usado para las Epístolas de Pedro y el Evangelio de Marcos.

Ptolemaico: Fue el dialecto legal, jurídico y de abogados. Proviene de Alejandría, Egipto. Fue un idioma implementado en Palestina cuando fue gobernaba por los Ptolomeos y los Seleúcidas después de la época de Alejandro Magno.

El dialecto Ptolemaico fue usado para la epístola de Romanos, el único dialecto que usó Pablo en sus escritos.

El estilo de los libros del NT oscila entre lo literario pulido de Santiago, Lucas, Hechos, Hebreos y Pedro; lo vernáculo de Pablo, lo sencillo y solemne de Juan y lo dificultoso de Apocalipsis. Es posible que de todos los autores sólo los de la primera categoría (o sus amanuenses) usaran el griego como lengua materna; los demás “piensan en semítico” aun cuando escriben en griego.

El ejemplar de La Biblia más antiguo que se conserva es el Códex Sinaiticus, manuscrito de mediados del siglo IV, escrito en griego.

Las citaciones de la LXX en el NT

Hay fundadas razones para creer que los apóstoles usaron la versión de los 70. De las 280 citas o referencias, que del AT, se hallan en el Nuevo, 265 concuerdan mejor con el texto griego de la Septuaginta que con el texto original hebreo. Pero es un hecho sintomático notable que si los apóstoles usaron dicha versión no han citado ni una palabra de un libro Apócrifo. El primer escritor que citó un libro apócrifo fue Ireneo, el año de 180 de nuestra Era.

Debido a lo anterior, el uso de la LXX en lengua extranjera provocó mucho recelo en los círculos más ortodoxos judíos. Este fenómeno produjo el Concilio de Jamnia, hacia el año 100 d. C. Los judíos ortodoxos protestaron que estaban dejando las antiguas tradiciones y el antiguo hebreo, inclusive el texto arameo, usando el texto griego. Y estos ortodoxos judíos tenían celos de los cristianos, ellos veían que los cristianos citaban el AT en la versión griega. Es por estos judíos en Palestina, convocaron a un concilio, el de Jamnia, hacia fines del S. I d. C.; en dicho concilio se pusieron de acuerdo para revisar qué libros eran inspirados de las Escrituras hebreas sagradas. Una de las reglas para que un libro fuera inspirado del AT tenía que haber sido escrito en hebreo y en arameo. Todo libro del AT escrito en griego lo sacaron del canon. Este concilio canonizó el AT, los 24 libros del AT (de los que surgen los 39 libros de nuestra Biblia actual).      

El latín

El NT tiene también pocas palabras en latín.

El latín se habla se habla siglos después, es hijo del idioma griego. Es por esto que la cultura griega moldeó la cultura latina, la cultura romana. Los romanos tomaron el griego en un comienzo, y formaron su propia lengua llamada latina. Usaron un griego ptolemaico fue lo que originó el latín. El latín se perfeccionó hasta el S. III d.C. El latín es una metamorfosis de un griego jurídico ptolemaico hacia a ya un latín más clásico del S. III d. C.

¡Sólo a Dios la Gloria!
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FUENTE BIBLIOGRÁFICA:

(1) ‘SEMINARIO DE TEOLOGÍA SISTEMÁTICA I’; Capítulo I: ‘La Palabra de Dios’, ‘Un poco de historia’ | Antonio Orozco. Casa de Oración; Coatzacoalcos (Vía Internet).
(2) ‘HERMENÉUTICA / INTRODUCCIÓN BÍBLICA’; Capítulo I: ‘Una mirada al campo’ | E. Lund y Alice E. Luce. Editorial VIDA, Miami, Florida. Edición 1975, 2001. Pág. 126.
‘HERMENÉUTICA / INTRODUCCIÓN BÍBLICA’; Capítulo IV: “El canon de las Escrituras” | E. Lund y Alice E. Luce. Pág. 147.
(3) ‘MISTERIOS Y ENIGMAS’, partes 2, 5  y 7 | Notas personales tomadas de la exposición del Dr. Yattenciy Bonilla (Vía Internet).
(4) ‘EL GRIEGO, LENGUA DEL NUEVO TESTAMENTO’; ‘El griego koiné como lengua bíblica’ | Javier criado (Vía Internet).
(5) ‘CÓMO ESTUDIAR LA BIBLIA’ Lección 1: ‘Cómo estudiar la Biblia con provecho para enseñarla’ | Notas personales tomadas de la exposición del Dr. Evis Carballosa. Duración: 02:24:46.
(6) ‘KOINE’ | Wikipedia (Vía Internet).
(7) ‘CARTA DE ARISTEAS A FILÓCRATES’ | Wikipedia (Vía Internet).

(8) ‘LOS LIBROS LLAMADOS APÓCRIFOS, PRIMERA PARTE’ | Central de sermones (Vía Internet).