jueves, 26 de junio de 2014

DIOS ES BUENO TODO EL TIEMPO...

Esta mañana llovió mucho. Mientras iba camino al centro de mi ciudad para imprimir mis apuntes del borrador de mi clase de hoy (vivo lejos de la civilización donde no hay locales de ciber-café); el cielo me auguró que yo sufriría un torrencial. Así fue. Luego de haber obtenido mis impresiones, en el camino de regreso ya estaba empapado por completo. Incluso, me tocó la escena cómica de mi sombrilla doblándose hacia arriba, lo que propició todavía mojarme más de pies a cabeza y la risilla discreta de algunos observadores curiosos. Por fin había llegado a mi parada, esperando el microbús de regreso a casa y que el conductor me permita subirme. Mientras esperaba mi transporte, me puse a pensar en mi situación tragicómica. Tal vez alguien en mi lugar hubiese quejado y pensado:

1) “¡Calla lluvia! ¡Enmudece viento! ¡Ábrete cielo!”…
2) “Declaro y decreto que esta lluvia se detiene como cuando Elías detuvo la lluvia por tres años”…
3) “¡Te reprendo Satanás, son ataques tuyos, te ato con cuerda de tres nudos!”.

Ok, igual exagero. Pero en ese momento ni siquiera pensé en esas cosas y ni las practico No digo esto para ofender a nadie, ni tampoco es el momento para discutir estas cosas, ése no es mi punto por lo que hoy escribo. Pero lo primero que llegó a mi mente, en esa parada del microbús, con el paraguas medio repuesto, bajo esa lluvia y mañana fresca, fue:

“Dios es bueno todo el tiempo, y todo el tiempo Dios es bueno…”.

Esas palabras me impactaron mucho desde la semana pasada. No sé quién es el autor de esta frase, pero me pareció muy contundente cuando la leí por primera vez; y la volví a escuchar en una película (“Dios no está muerto”). Supe por un hermano que esa expresión es muy común en las iglesias de EUA; especialmente en el "Día de la resurrección". Aún así, cuando resonaron esas palabras en mi mente, una sonrisa brotó de mis labios, mientras miraba el horizonte de ese cielo nublado y grisáceo. Cerré mi paraguas y dejé que las gotas de lluvia se deslizaran en mi cara. Mi corazón empezó a sentir esa paz que proviene de parte del SEÑOR y de Sus misericordias para conmigo:

Nahúm 1:7 "Bueno es el SEÑOR, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él se refugian" (LBLA).

Salmo 34:8 "Probad [Gustad] y ved que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Él se refugia!" (LBLA).

Salmo 136:1 "Dad gracias al SEÑOR porque Él es bueno, porque para siempre es su misericordia" (LBLA).

Todo conforme a Su Palabra. A pesar de los momentos incómodos, chuscos, difíciles, penosos, absurdos, problemáticos y típicos de cada día: Dios es bueno, y Su misericordia es para siempre.

Durante la hora del trayecto a casa, el SEÑOR dispuso en mí una actitud de adoración a Él.

¡Sólo a Dios la Gloria!